Jairo Morillas, que a partir del 30 de junio dejará de ser futbolista del Espanyol, se ha despedido del club mediante una carta en la que ha reconocido que este año ha sido “el más complicado” de su carrera.
El atacante no ha jugado desde que tuvo que pasar por el quirófano cuando estaba cedido en el Numancia. De todos modos, el futbolista se ha mostrado agradecido por el trato de la entidad blanquiazul, especialmente de los médicos y del resto de sus compañeros de vestuario.
Jairo se despide tras cinco años “muy intensos”, donde “he vivido de todo, ha habido buenos momentos, malos, sonrisas y lágrimas”, ha confesado.
“Quiero agradecer al Espanyol la confianza que depositó en mí cuando tenía 19 años y me fichó. También por permitirme cumplir mi sueño de debutar en Primera“, ha añadido.
El jugador ha explicado que durante estos meses en los que no ha podido saltar al campo ha “madurado mucho”, y ha reconocido que ha soñado “mil veces” con devolver todo el cariño recibido, pero que “no ha sido posible”.
