A pesar de la derrota en el primer encuentro de la concentración en el Pinatar Arena, uno de los hombres más felices tras el duelo contra el Torino CF fue Joan García. El guardameta, a la sombra de Benjamin Lecomte y Álvaro Fernández este curso, entró en la segunda parte sustituyendo al riojando y prácticamente no tuvo trabajo.
Pero más allá de su actuación, lo llamativo de su caso es que, a pesar de su juventud y de que los que entrenan o han entrenado con él hablan maravillas de sus condiciones, Joan García no jugaba desde la pasada pretemporada. El canterano no tenía minutos desde, en concreto, la derrota por 0-1 ante la RB Linense, tercer encuentro de la última preparación estival.
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Desde entonces han pasado más de cuatro meses. Joan García, que empezó la pretemporada siendo el único portero de la primera plantilla, jugó los 90 minutos contra el Montpellier Herault, 45 frente a la UD Las Palmas y de nuevo el encuentro completo ante la RB Linense.
Con la dirección deportiva del Espanyol buscando un guardameta para reforzar la portería en el próximo mercado invernal ante las dudas que generan tanto Benjamin Lecomte como Álvaro Fernández y la poca confianza que ha mostrado en Joan García el entrenador del equipo, Diego Martínez, el canterano podría buscar una salida. El portero apenas ha tenido protagonismo en las últimas dos campañas y solo ha jugado cuatro partidos oficiales con el Espanyol en el último año y medio.
Dar pena no sirve.
Que se tiene que ir cedido ya¡¡¡ A un equipo que juegue de titular y que le bombardeen la porteria casi todo el partido.
Se le quitaria el óxido en cuatro partidos…Y ojo si jugara habitualmente. Este chico es del team de Lafuente, nuevo entrenador nacional.
Lo lógico sería cederlo pero para poner a Lemmens o Álvaro yo me la jugaría con el . Prefiero darle minutos al chaval antes que a los dos cedidos que no dan la talla
Una muestra más del surrealismo y la tragedia que han ido acompañando a la portería desde la marcha de Diego López; la incompetencia de Catoira es flagrante y su gestión no deja de evidenciar que ni supo, ni sabe, ni sabrá ejercer un cargo que le viene demasiado grande:
Estamos en manos de una dirección deportiva nefasta y lo podemos pagar muy caro.