Vive el Espanyol B uno de los mejores momentos de la temporada y encara dos encuentros seguidos en la Dani Jarque que le pueden permitir encaramarse a la zona alta de la clasificación. Hablamos con el entrenador del equipo, José Aurelio Gay, sobre la mejora del filial a lo largo del curso y el desarrollo que han sufrido muchos jugadores del equipo.
Cómo cambia el fútbol en apenas tres semanas. Habéis pasado de estar a punto de descolgaros a meteros en la lucha por todo.
Sí, pero pese a eso seguimos estando cerca del descenso, aunque también a un solo punto del play-off. Quiero destacar el buen momento que vive el equipo, sumando varias semanas jugando un buen fútbol con confianza, valentía y una gran apuesta, además de estar acertados cara a puerta tras no estar finos en encuentros como ante el Olot o el Prat, partidos en los que tuvimos numerosísimas jugadas de gol. En Lleida, pese a no generar tanto, tuvimos mucho acierto, en un duelo en el que el equipo demostró una gran personalidad para tratarse de un partido a domicilio. Todavía falta para completar la segunda vuelta, pero espero buenos resultados en los próximos partidos.
Cuando las cosas no acababan de funcionar, ¿vio peligrar su puesto?
No, sino que además me sentí protegido, con mucha gente encima de mí; entreno porque me gusta, no para proteger mi puesto. Creo que el club ha hecho una apuesta muy valiente con gente joven; en la primera vuelta hemos pagado este peaje de la juventud con errores propios de la edad, pero éstos se arreglan compitiendo. Ya comenté que en la segunda vuelta íbamos a mejorar, es algo que sucede con todos los filiales. Hay que tener en cuanta que hemos metido a muchos jugadores juveniles, que llegan de División de Honor e incluso de Liga Nacional, ante buenos equipos muy bien trabajados que cuentan en sus filas con jugadores que han pasado por Segunda e incluso por Primera división. Hemos recortado ese tiempo de maduración para que dentro de dos o tres años 12 o 13 jugadores, más muchos que vienen del Juvenil A, se junten y haya mucho nivel de cara al primer equipo.
En esta mejora hay dos aspectos clave. Uno de ellos es la fortaleza defensiva, la cual coincide con la irrupción de la pareja de centrales formada por Pujol y Recasens.
No me gustaría destacar solo a dos por encima del resto, todo el grupo está en un gran estado de forma y los que salen del banquillo también nos dan mucho. Este equipo ha mejorado mucho respecto a la primera vuelta: en defender el área, en distribuir el balón, en las disputas, en ganar las caídas… A Pujol ya lo conocemos, y Recasens es un jugador con muy buena salida de balón y un toque extraordinario, pero debe mejorar en el sentido de ser más agresivo y contundente. Es muy receptivo a cualquier información. Tenemos una base de jugadores de la generación del 2000 y 2001, con ocho o nueve jugadores de mucho nivel, apoyados por algunos del 98 y 99. Es una mezcla muy buena.
La otra gran clave es la mejora en ataque. Al equipo al fin le entran los balones.
Es evidente que el equipo ha mejorado. Nos estaba faltando el último pase, pero el día de L’Hospi mejoramos este aspecto, tuvimos una gran generosidad, se levantó la cabeza un segundo antes para ver quién estaba mejor situado. Eso lo hemos trabajado mucho, porque somos un equipo muy vertical que sale muy rápido en transición y a veces a esas velocidades es complicado tener ese punto de pausa.
La llegada de Pedro Torres también ha permitido al equipo dar un paso al frente.
Es un jugador al que ya intentamos traer el pasado curso, ya que encajaba en la filosofía de juego del equipo. Pero el Hércules no lo dejó salir ya que lo consideraba un valor de cantera y confiaba mucho en él, con lo que nos sorprendió que fichara a futbolistas en su posición. Ahora ya lo tenemos aquí; es un jugador que puede jugar en cualquier posición del centro del campo, agresivo, con recorrido, que pisa área rival con facilidad y que salta a presión a la primera línea de pase rival. Es muy completo.
Otros futbolistas también han mejorado mucho con el paso de los encuentros, caso de Gori.
Al principio le costaba encadenar acciones, pero ha mejorado mucho lo que tiene que hacer: robar y acompañar la jugada.
No me quiero olvidar de la portería, donde Joan García está a un nivel estratosférico y apenas deja oportunidades a otro gran guardameta como Ángel Fortuño.
Joan es un portero top, que va a jugar en Primera división sí o sí , incluso probablemente en uno de los grandes del fútbol europeo, siempre que no pase nada raro. Ya ha superado con creces la lesión de menisco que le dejó casi toda la pasada campaña sin jugar. Tiene un gran futuro, lo tiene todo, es muy completo. Seguro por arriba, es ágil, buen juego con los pies… Y Ángel es un portero muy competitivo, de mucho nivel. La portería del Espanyol está muy bien cubierta para los próximos años.
En la otra punta del campo encontramos a Juan Camilo Becerra, que empieza a estar muy enchufado.
Para nosotros tiene un valor enorme. Crece partido a partido y nos permite jugar de otra manera, más profundo y buscándole. Aguanta muy bien el balón de espaldas, podemos cargar las bandas y tener en él una amenaza. Ya ha anotado los mismos goles que la temporada pasada en Cornellà.
Acabando ya con los nombres propios, que sé que no le gusta personalizar. Ante el Lleida volvió Jofre Carreras con un gran gol. ¿Hasta qué punto es importante el extremo para el Espanyol B?
Es un jugador definitivo para nosotros. Tiene unos valores condicionales de futbolista de Primera división con tan solo 19 años, interpreta muy bien el juego tanto en los balones largos como en los que le vienen al pie, es potente en carrera y tiene mucho futuro. En los entrenos con el primer equipo habrá aprendido mucho, es un futbolista al que le hace falta competir y lo demostró con una jugada de crack con una doble pared incluida en el tanto que marca en Lleida.
Sin lugar a dudas este filial es un equipo de mucho nivel. ¿Considera que es mejor que el de la campaña anterior?
En experiencia no, ya que algunos jugadores del año pasado autogestionaban el equipo, pero sí en calidad técnico-física. Es un equipo muy fuerte a nivel condicional, cuando roba y sale al contraataque en espacios es una estampida, con jugadores muy difíciles de parar.
Ha habido partidos que se han escapado por muy poco. ¿Considera que el equipo merece tener más puntos?
Contra Nàstic, Olot y Prat estuvimos muy bien y solo obtuvimos tres empates, por justicia en esos partidos debimos marcar más goles que el rival en mínimo dos; para mi gusto nos faltan cuatro puntos. El primer equipo citado nos empata en el 88’, contra el Olot el gol de la igualada es una chilena en la cara de Recasens y frente al Prat tuvimos diez ocasiones y no fuimos capaces de marcar, pero cualquier entrenador la que le preguntes también pensará que su equipo se ha dejado puntos injustamente por el camino.
Temporada diferente y exigente por el cambio de formato de Segunda división B. ¿Es la más dura que recuerda?
Es mi novena temporada en la categoría y sí, sin duda. Al ser un equipo joven necesitamos tiempo para hacernos a la categoría, y no lo tenemos; fallas dos jornadas y te quedas sin tiempo de reacción, y más ahora que quedan seis partidos.
¿Es importante quedar entre los siete primeros o un filial da igual la categoría en la que compita?
Considero que es importante la categoría en la que se forman los jugadores, y que cuanto más arriba lo hagan, mejor. Sabemos que es difícil quedar entre los tres primeros, hemos de intentar estar entre los cuatro siguientes e intentar evitar acabar del octavo hacia abajo, ya que no sería nada bueno.