Ha comenzado la temporada con molestias y ello le ha impedido jugar de inicio las dos primeras jornadas (no jugó la tercera porque el partido no requería de su presencia), pero Keidi Bare (Fier, Albania, 28 de agosto de 1997) ya está al cien por cien. El pivote defensivo sabe que sin trabajo no se consigue nada: es una de las palabras más repetidas junto a humildad, ilusión y partido a partido. Al albanés no le da miedo la competencia ni la posible llegada de un ‘6’, en la cual trabaja la dirección deportiva del club, y asegura sentir una gran felicidad en el Espanyol. Nuestro fotógrafo le propuso hacerse una instantánea sobre un pequeño muro de la Dani Jarque para recrear la imagen de la celebración del ascenso, pero se negó al afirmar que eso “solo se hace una vez en la vida”. Fue una absoluta locura y él mismo lo reconoce, aunque no es descartable que haga algo parecido en un futuro por su manera de ser. Si ocurre al final de esta campaña seguro que es muy buena noticia.
¿Cómo estás de tus molestias en el tobillo?
Estas dos últimas semanas me he encontrado muy bien tras mis problemas físicos y ahora solo pienso en ayudar al equipo en lo que necesite.
Hasta ahora tus molestias te han impedido jugar mucho más, pero ya has tenido tus primeros minutos en Primera división.
Desde pequeño quería jugar en Primera, como todos los niños a los que les gusta el fútbol; espero seguir muchos años más en esta categoría. Soy consciente de que para lograrlo he de seguir trabajando duro como he hecho desde pequeño, pero con toda la ilusión del mundo y la humildad de siempre.
¿Cómo te has sentido en los dos encuentros que has disputado?
Desde el principio estaba muy motivado para jugar, era un sueño jugar en Primera y ya lo he hecho realidad. Me he sentido muy bien con la ayuda de mis compañeros y el cuerpo técnico, espero seguir así tanto a nivel personal como colectivo.
Contra el Villarreal la afición volvió al estadio. ¿Cómo se vivió el encuentro con vuestro público en las gradas?
Era la primera vez que jugaba con nuestra afición en el estadio, me había contado que la gente empuja mucho y así fue; falta algo cuando juegas sin público. Me sentí muy bien, creo que este año nuestros seguidores nos ayudarán a hacer un mejor juego.
La parroquia perica te quiere mucho prácticamente desde que llegaste. ¿Notas ese calor?
La verdad es que sí, muchísimo. Lo noté contra el Villarreal, y siento cómo la gente me quiere y me apoya. Es algo que me gusta mucho y les doy las gracias por estar en los buenos y en los malos momentos.
La gente se identifica mucho con tu manera de vivir los encuentros. Ya con tu imagen icónica celebrando el ascenso, los pericos se volvieron locos.
Eso lo hice sin pensar, ya que festejábamos algo muy importante no solo para mí, sino también para la afición, mis compañeros y el club. No tengo ni idea cómo lo hice, cómo se me ocurrió subirme allí arriba. Cuando lo vi de nuevo me dije ‘Keidi, ¿de verdad has hecho eso?’ Pero son cosas del momento que uno no piensa por la alegría; si me pasan cosas tan buenas en el Espanyol, ¿por qué no hacer otra locura? Lo hago sin pensarlo, solo por lo feliz que estoy.
¿Tienes esa foto enmarcada? Porque no es para menos. ¡Menuda imagen!
Tanto no, pero la he visto en muchas portadas. Esa foto será para mí un gran recuerdo de por vida.
Habéis demostrado en los dos encuentros disputados que podéis competir en Primera división sin problema, a pesar de la mala imagen en Mallorca. ¿Cómo has visto al equipo en estas dos primeras jornadas?
Un Espanyol competitivo y con hambre, pero tenemos claro que hemos de mejorar día a día como equipo y para hacer mejores partidos. Tenemos que seguir trabajando y en esta línea.
Ante Osasuna, pero sobre todo contra el Villarreal, solo faltó el gol.
Sí, la verdad es que sí, pero poco a poco van a entrar los goles si continuamos trabajando como estamos haciendo. No tengo dudas de que ocurrirá.
La otra cara de la moneda, el entramado defensivo. El equipo está trabajando muy bien atrás.
Sí, estamos muy bien, todo el mundo está enchufado, todos concentrados los 90 minutos y eso es por trabajar bien y por estar siempre al cien por cien. Queremos seguir así en todos los partidos y con la máxima humildad
Tras el parón os enfrentáis al Atlético de Madrid, tu primer equipo en España. ¿Partido especial?
Sí, le tengo mucho cariño al Atleti porque me han ayudado mucho. Le deseo toda la suerte del mundo, pero ahora defiendo los colores del Espanyol y solo pienso en blanquiazul
El equipo es un recién ascendido y hay opiniones diversas sobre el objetivo del Espanyol. ¿Tenéis plantilla para la permanencia o para metas más ambiciosas?
Siempre quiero ir día a día, partido a partido, centrarme en lo próximo y luego ya veremos. Lo más importante es trabajar bien, ser humildes y hacer lo que el cuerpo técnico pida, así las cosas seguro que van bien.
¿Hasta qué punto es importante conservar la base de la pasada campaña?
Es algo muy bueno, pues ya nos conocemos de hace una temporada y sabemos de nuestros movimientos. Tenemos un vestuario y un grupo de personas impresionantes. Estamos todos con mucha ilusión ante esta temporada.
Se habla mucho de reforzar al equipo con un ‘6’. ¿Crees que hace falta o con David López y contigo esa posición está bien cubierta?
Estas cosas las decide el club, yo no soy nadie para decirlo. Lo único que te puedo comentar es que venga quien venga será bienvenido.
Tu posición es la de pivote defensivo, pero el curso anterior jugaste algún duelo más avanzado, con más libertad, y no desentonaste.
Puedo jugar en cualquier posición del centro campo, el míster decide dónde me tengo que poner. La verdad es que incluso si me dice de jugar de portero lo haría, me siento cómodo en cualquier lugar.
Con la selección de Albania juegas más arriba.
Sí, pero también es por el sistema de juego, aunque en todo el centro del campo estoy cómodo. Hay que seguir las órdenes del míster.
Este año será más exigente que el anterior en todos los aspectos. ¿Qué puede dar más Keidi Bare?
Todo jugador tiene que crecer; si un jugador se conforma con un poquito no vale. Seguiré trabajando para hacerlo lo mejor posible en cada momento para mejorar.
Ya llevas casi un año en el club. ¿Cómo te sientes en el Espanyol?
Estoy aquí con mi familia, tranquilo y querido, y eso es muy importante para un jugador. Me levanto con ganas de ir a entrenar cada día, me siento muy bien. Estoy contento y feliz.
Eres un jugador que celebra cada acción. ¿Cómo va a ser cuando marques un gol con la camiseta del Espanyol?
(Risas) ¿Por qué no celebrar las cosas cuando se hacen bien? Soy así, transparente y efusivo. No he pensado qué haré cuando marque, es algo que me sale en el momento.
Uno de los secretos de tu gran fortaleza física es que no dejas de entrenar, incluso en tus horas de descanso.
Desde muy pequeño me han educado así, que tengo que trabajar muchísimo para llegar lejos. Eso estoy haciendo, porque al final si no trabajas y no te esfuerzas no vas a conseguir nada, no solo en el fútbol sino en la vida.
Se habló que en invierno hubo interés por ti y pudiste salir. ¿Es cierto?
No, desde el primer día mi cabeza está en el Espanyol y no sé nada de eso.
Cuando llegaste al Espanyol sí que tenías otras opciones. Se habló del Getafe, de una oferta de Italia…
Sí, pero cuando me llamó el Espanyol Rufete tenía las cosas muy claras, apostaron fuerte por mí y estoy aquí gracias a ellos.
De todos modos, fuiste arriesgado ya que existía la posibilidad de que no se te pudiera inscribir en LaLiga.
Era algo que sabía, pero en esta vida hay que tomar riesgos. Lo hice y ha salido muy bien; sin duda, ha valido la pena.