La afición perica tiene motivos de sobra para disfrutar. La victoria ante el Eibar permite al espanyolismo soñar, ya que al resultado se le une la gran imagen ofrecida por el equipo. No es arriesgado decir que este equipo practica uno de los mejores juegos de los últimos años vistos en el RCDE Stadium. Y lo más importante, el cuadro de Rubi es regular.
Culpa de ello lo tiene la sala de máquinas perica, en la que esta campaña actúan tres futbolistas debido al cambio de dibujo. Y frente a los armeros, por vez primera este curso, entró en la zona de creación Óscar Melendo en el puesto de un Granero que descansó. La entrada del de Sant Adrià propició que se viera un centro del campo plenamente canterano con el citado futbolista, Marc Roca y Darder. Estos dos últimos son dos de los cinco jugadores que han comenzado de inicio en las seis jornadas disputadas hasta el momento. El resto son Diego López, Mario Hermoso y Dídac Vilà.
No es nada habitual ver un centro del campo formado únicamente por jugadores de la casa, y menos cuando en este juegan tres futbolistas. Es más, para encontrar una medular con solo futbolistas formados en la Dani Jarque tenemos que remontarnos al 2016, cuando David López y Marc Roca compartieron doble pivote durante 45 minutos en un vistoso empate a tres precisamente contra el Eibar, en un encuentro disputado en el RCDE Stadium y en el que el invento no salió demasiado bien, puesto que los armeros se fueron al descanso con 0-3 en el marcador.
Tampoco se ve cada día a tres futbolistas que puedan jugar en el centro del campo criados en la cantera en la primera plantilla -cuatro con Álex López-. En el Espanyol hay ejemplos, pero tenemos que remontarnos hasta la campaña 2012-13 para encontrar el último ejemplo de ello, cuando coincidieron en el equipo Raúl Baena, Cristian Gómez y Sergio Tejera.
Pero, ¿alguno con tanto nivel como los tres que se juntaron ayer? Ha habido jugadores de clase -Joan Jordán, Javi Márquez o Sergio González, sin ir más lejos-, pero es difícil igualar lo visto en esta sexta jornada. Han coincidido tres magos del balón y el míster les ha dado libertad. El resultado, un fútbol vistoso como pocas veces había ofrecido el Espanyol.
Crecen juntos
Darder, con 24 años -¡solo 24!- es el mayor de los tres, pero Marc Roca y Melendo (21) coincidieron en el varios equipos del fútbol base. Están más que acostumbrados a jugar juntos, cambiando en el pasado al de Artà por un Álex López al que seguro que esta campaña le llega la oportunidad. Frótense los ojos, que es real: este Espanyol funciona con ADN blanquiazul.