Una de las cuestiones de las que más se habla en el espanyolismo tras la llegada de Machín al banquillo es del cambio de sistema que va a experimentar el equipo y cómo será la adaptación de los jugadores a ese dibujo con tres centrales y dos carrileros. Una disposición con múltiples variantes (según si se quiere ser más defensivo o ir más al ataque) y que hasta hace poco se podía considerar una extravagancia en el fútbol español. Sin embargo, en los últimos años son varios los técnicos que han puesto en marcha y han consolidado en sus equipos este sistema. Además de Machín, uno de los casos más paradigmáticos es el de Quique Setién en el Betis.
Quizá el punto más álgido de esa moda de la defensa de cinco se vivió la temporada pasada, cuando hasta 16 equipos de la liga utilizaron en algún momento este dibujo, según los datos que recoge el portal Transfermarkt. Unas cifras que, de momento, no se han repetido este curso, cuando solo lo han puesto en práctica tres equipos: el Leganés de Pellegrino de forma sistemática y, en casos puntuales, Levante y Alavés. A ellos se sumará muy pronto el Espanyol de Machín.
Tendencia en la liga
La temporada 2018-19 empezó con cinco equipos utilizando esa defensa de cinco como esquema preferente. El nuevo técnico perico, Pablo Machín, era uno de los que la usaba con el Sevilla, como ya había hecho anteriormente en el Girona o el Numancia. Precisamente su sustituto en Montilivi, Eusebio Sacristán, fue otro de los que la utilizó de forma asidua. Sin embargo, en este caso, el de La Seca se adaptó a aquello a lo que ya estaban acostumbrados sus jugadores y es cierto que a veces optó por la defensa de cuatro.
Otro de los firmes defensores de los tres centrales era Quique Setién en el Betis, aunque en este caso con un propósito mucho más ofensivo y con un juego de toque que el fútbol más directo de Machín. Como esta temporada, Mauricio Pellegrino también implantó desde el inicio la defensa de cinco en el Leganés, mientras que en el Celta, Antonio Mohamed apostó -el tiempo que le dejaron- por el mismo dibujo y, aunque luego Miguel Cardoso volvió a la zaga de cuatro, en algún momento puntual el portugués recuperó lo que hizo su antecesor.
A estos ejemplos, hay que añadir un segundo grupo de equipos que empezaron el campeonato con el más tradicional dibujo de cuatro defensas, pero que en un momento u otro de la temporada cambiaron sus creencias y adoptaron una nueva fe. En general, se trataba de conjuntos que estaban en apuros y que vieron en este esquema una forma de mejorar en defensa. Son los casos de Paco López en el Levante (lo empezó a utilizar en la jornada 8), Míchel en el Rayo (en la 16), Francisco en el Huesca (21) y Calleja en el Villarreal (22, en su segunda etapa). De estos casos, es significativo -comparando con el curso actual- cómo López y Calleja han vuelto a su idea original.
Es decir, a mediados de la temporada pasada, casi media Liga utilizaba de forma más o menos habitual el sistema que va a implantar ahora Machín en el Espanyol. Y además, hubo otros equipos que recurrieron a él de forma puntual en algunos partidos dependiendo, sobre todo, del rival que tenían delante. Sin ir más lejos, lo hizo el Espanyol de Rubi ante Barça y Betis. El equipo blanquiazul utilizó esa defensa de cinco en dos ocasiones la temporada pasada. Rubi alineó tres centrales en el Camp Nou para frenar el ataque culé. Aunque perdió 2-0, la jugada casi le sale bien, ya que Messi no abrió el marcador hasta el minuto 71 (con un gol de falta directa que seguro muchos recuerdan). Eso fue en la jornada 29 y, más tarde, en la 35, el técnico de Vilassar volvió a recurrir a ese sistema para enfrentarse al Betis de Setién, uno de los abanderados de la defensa de tres. En este caso, se logró sumar un valioso punto en el Villamarín.
El conjunto azulgrana la utilizó ante Levante y Huesca, para adaptarse a dos rivales que jugaban con tres centrales. El Real Madrid lo utilizó una vez contra el Betis; la Real también una contra el Levante; y el Athletic, otra contra el Leganés, siempre por la misma razón: adaptarse al rival. Además, Valladolid y Alavés lo hicieron ante el Barça para ser más sólidos atrás ante el poder ofensivo culé. Con todo esto, solo cuatro técnicos se mantuvieron fieles a la religión de los cuatro defensas: Mendilibar en el Eibar, Bordalás en el Getafe, Simeone en el Atlético y Marcelino en el Valencia. Técnicos, en todos los casos, con unas ideas muy claras.
Como ya decíamos, la situación es muy distinta esta temporada. El Leganés es el único equipo que ha utilizado este dibujo de forma sistemática. Una fórmula que, de momento, no parece que esté dando buenos resultados a Pellegrino, aunque uno de los puntos fuertes de los pepineros es la defensa (solo han perdido un partido por más de un gol de diferencia). Además del conjunto madrileño, el esquema con tres centrales también fue utilizado por el Alavés contra el Getafe en la jornada 3 y, una fecha después, por el Levante en su visita al Santiago Bernabéu.