La era Constantin Galca que se inició el 19 de diciembre con un triunfo vital ante Las Palmas está viviendo sus peores momentos. Tras esa victoria y el ilusionante empate ante el Barça en Cornellà daba la sensación de que el equipo iría a más, pero a la hora de la verdad no ha sido así. El grupo se está desinflando y las sensaciones que transmite empiezan a ser preocupantes. Desde ese prometedor derbi, poco más. O mejor dicho, nada más. El equipo no conoce la victoria en todo el 2016 y solo ha logrado dos puntos de los últimos 18.
Un mes y medio después de su estreno, las impresiones son totalmente distintas. El técnico no está dando con la tecla y está en una situación que nunca se había vivido con Sergio González en el banquillo. Con solo cinco puntos de los 21 disputados con Galca de entrenador, el Espanyol ha ido cayendo puestos en la tabla clasificatoria y está a solo dos puntos de las posiciones de descenso. Y hoy habrá que estar atentos a que el Rayo no gane en Riazor, ya que sino quedaría a solo uno. Un panorama que hace que el próximo partido ante la Real Sociedad, lunes 8 de febrero, sea toda una final para el equipo y un auténtico examen para el técnico que podría jugarse el puesto.
No está siendo el revulsivo
En las 15 jornadas que Sergio González dirigió al equipo se sumaron 17 de los 45 puntos posibles, el 37% de los disputados, pero la directiva apostó por dar un golpe de efecto para mejorar la situación. Y los números hablan por si solos. Los cinco logrados en las últimas siete jornadas son el 23% y con estos registros abandonar la parte baja de la tabla es muy complicado.
Además, el efecto Galca va a menos. De los siete técnicos que han llegado al Espanyol como revulsivos desde la temporada 98-99, cuando Miguel Ángel Brindisi sustituyo a Marcelo Bielsa, Galca solo mejora los registros de Mané y Luis Fernández. Bindisi, Ramon Moya y Paco Flores lograron nueve puntos de 21; Javier Aguirre, que fue el mejor, sumó 12 de 21; Mauricio Pochettino se quedó en siete de 21; mientras que Luis Fernández solo sacó tres de 21, aunque acabó reaccionando y salvando al equipo en la última jornada. Por último, Mané solo estuvo seis jornadas en las que solo logró tres puntos y fue cesado.
Falta de respeto
Constantin Galca ha demostrado está semana una falta de respeto importante a la política de cantera del club. Durante la semana, pese a tener la baja de cinco jugadores de características ofensivas para el partido del Bernabéu, no llamó para entrenar a ningún delantero del filial, pese a la gran temporada de Dalmau y Rufo. Para acabar, la decisión por Arla fue muy rápida y contundente, pese a que Pau es una apuesta de club.