No falló la afición espanyolista a la llamada del club. La hinchada blanquiazul volvió a estar al lado del equipo y el RCDE Stadium presentó sus mejores galas. Después de que 600 pericos acudieran al último entrenamiento de la semana realizado en el coliseo perico para levantar el ánimo de los jugadores, la parroquia estuvo a la altura de las circunstancias y volvió a dejar claro que el amor por estos colores va mucho más allá de la posición en la tabla. El seguidor del Espanyol es fiel por naturaleza y es leal a esa frase de enamorados que en este caso se extrapola a una relación que es lo más parecida a la de una pareja. ‘Quiéreme cuando menos lo merezca porque será cuando más te necesite’, reza el texto en cuestión. La afición blanquiazul es consciente de ello y ante el Atlético el templo espanyolista presentó la tercera mejor entrada de la campaña.
La promoción de la entidad ayudó a ver el estadio con un gran aspecto, pero lo que más empujó a ello es el fuerte sentimiento de los hinchas pericos por su club. No quieren ver al equipo en Segunda división y animan como si les fuera la vida para que ello no se produzca, pero si el desastre se consuma, no duden que estarán ahí. Hasta 30.360 espectadores estuvieron en las gradas del estadio, cifra solo superada por los 32.084 que hubo ante el Mallorca y los 33.562 presentes en el derbi contra el Barça. El cuarto duelo en el que el RCDE Stadium presentó una mejor asistencia, frente al Athletic (27.542). Los últimos cuatro partidos en casa presentan los mejores números del curso de pericos en las gradas, lo que indica que los aficionados blanquiazules responden como nadie en las situaciones límite. Hasta entonces, la mejor entrada de la campaña se situaba en los 22.248 espectadores que acudieron al estadio ante el Betis. Cuando peor van las cosas, mejor es la respuesta de una afición enamorada hasta el tuétano de su equipo.
‘No traten de entenderlo’
Respondió la hinchada al bufandeo promovido por el club tanto durante el himno como cuando apareció la indicación en los videomarcadores, convirtiendo el estadio en una olla a presión. Todos están -estamos- involucrados en nuestra particular cruzada, una lucha por la salvación que nos va a hacer sufrir hasta el final. Incluso Sergio García se dejó ver antes del encuentro en el stand de La Curva para animar a una afición que más adelante haría lo propio con su querido equipo.
Pero para entender cómo el espanyolismo responde mejor en situaciones extremas, lo mejor es un ejemplo para el que no hay que irse muy lejos. En la última jornada del pasado curso, con el equipo jugándose la clasificación europea que finalmente consiguió, había en la grada 26.568 personas, casi mil menos que en el encuentro que peor entrada ha presentado de los últimos cuatro en casa. Como la propia afición dice, ‘no traten de entenderlo’.