Era 2018. En un vídeo publicado por ‘Proximus Sports’, Romelu Lukaku, una de las estrellas de la selección belga y actual delantero del Chelsea FC, se rendía ante Landry Dimata: “Estamos aquí con el tipo que se hará cargo de la selección en dos años. Él lo sabe. Lo digo y, cuando digo algo, no miento”. El atacante del Espanyol, eufórico, respondía que “me lo dice todo el tiempo. Me da dos años para llegar allí, con los ‘diablos rojos’. Él me quiere dar su camiseta con el número 9. Me dice que lo tengo todo para llegar a lo más alto”. Lo cierto es que, más de tres años después de la proclama de Lukaku, jugadores como Michy Batshuayi o Christian Benteke han pasado por delante del espanyolista y Roberto Martínez, seleccionador belga, los prefiere antes que a Dimata.
Una de las razones por las cuales el preparador de Balaguer no le llama es su poco acierto de cara a puerta. Landry Diamata, desde su llegada al Espanyol durante el mercado de invierno de 2021, ha participado en 34 partidos oficiales entre LaLiga SmartBank, Copa del Rey y LaLiga Santander –ha sido titular en 17 de ellos– y solamente ha marcado cinco goles en los 1.562 minutos oficiales que ha disfrutado sobre el terreno de juego.
De más a menos
“Estoy orgulloso de estar en el Espanyol, que es un equipo al que todo el mundo conoce. Espero ayudar al equipo, pasármelo bien y marcar goles (…) destaco por mi desplazamiento, velocidad y definición a la hora de marcar. Soy un peón más que quiere aportar su calidad al equipo y disfrutar”, manifestó durante el acto de presentación como nuevo delantero perico.
En su primeros seis meses como jugador del Espanyol, Landry Dimata ofreció un gran rendimiento. Debutó en la jornada 24 ante el CD Lugo y, una semana más tarde, se estrenó como goleador marcando una diana muy importante en el campo del Real Mallorca (1-2). En su cuarto compromiso como espanyolista estrenó titularidad, un hueco en el equipo de inicio que no soltó desde la jornada 30 hasta el final del campeonato. Dimata, desde su aterrizaje en el RCDE Stadium, terminó marcando cinco tantos en los 1.104 minutos que participó en LaLiga SmartBank.
Sin embargo, la suerte que le sonrió la temporada pasada en esta le está dando la espalda. Este curso, el belga ha competido en 501 minutos entre Primera división y Copa del Rey y todavía no ha conseguido perforar la portería contraria. Al atacante todavía le persigue su remate de cabeza en el derbi frente al FC Barcelona en el Camp Nou. Con el 1-0 en el marcador, el delantero, casi desde dentro del área pequeña y completamente solo, cruzó demasiado la pelota cuando parecía más fácil marcar que mandar fuera el esférico.
Fuera de esa ocasión, Landry Dimata no ha aprovechado las pocas ocasiones de gol que ha tenido y eso le ha relegado a un banquillo en el que habitualmente le acompañan Wu Lei y Loren Morón, su competencia más directa en el equipo como acompañantes del indiscutible Raúl de Tomás. De hecho, esta temporada el belga solo ha sido titular tres veces –jornadas 2, 3 y 12– y el ‘Tiburón’, durante las últimas fechas, le ha pasado la mano por la cara siendo el elegido por Vicente Moreno y su cuerpo técnico para ser titular.
Autor del gol 4.000 de la historia del club en liga, Landry Dimata necesita recuperar el nivel del curso pasado y el olfato goleador por el que la dirección deportiva apostó por él. El de Mbuji-Mayi tiene solamente 24 años y mucho margen de mejora por delante, pero debe empezar a progresar si quiere que su nombre se recuerde entre los grandes artilleros de la historia de la entidad. “Cuando salgo al campo es para poder dejar mi huella, mi nombre y continuar escribiendo la historia de este club”.
Ante la sanción de Raúl de Tomás, que no estará la próxima jornada contra el Athletic Club, Landry Dimata tiene muchos números para ser el escogido por Vicente Moreno en la punta de ataque. El belga tiene 15 días para afinar su puntería cara a puerta.