El Espanyol siguió con el espíritu de la Copa y, por tercer año consecutivo se llevó los tres puntos de La Rosaleda y presentó su candidatura para luchar por la séptima plaza. Sergio González avisó en la previa que les faltaba creérselo más fuera de casa. Ayer, pese a no realizar su mejor partido, vaya si se lo creyeron. Supieron competir y se llevaron un triunfo muy trabajado y sufrido. Una gran inyección de moral y confianza que vino acompañada por un tremendo susto por la acción en la que Kameni chocó con Sergio García.
El Espanyol salió con seis novedades respecto al once que jugó en San Mamés, con la intención de no acusar el tremendo esfuerzo realizado en Bilbao. Ambos equipos saltaron al césped con las ideas muy claras y conocedores de la importancia del partido. El Málaga parecía algo más decidido y, tras un primer aviso de Samuel en el 15’, Amrabat obligó a Kiko a emplearse a fondo en la ocasión más clara para los de Javi Gracia en el primer tiempo.
El Málaga tocaba y tocaba en el centro del campo e intentaba salir con velocidad hacia el marco perico, mientras que al Espanyol le costaba entrar en el partido. A Sergio y Caicedo no les llegaban balones, mientras que Lucas Vázquez estaba más ocupado en tapar las internadas de Boka. Para sobrevivir a un gran derroche de presión como el del Málaga, Víctor Sánchez y Abraham se tuvieron que emplear a fondo y multiplicar, lo que propició que en solo 25 minutos ambos fueran amonestados. Todo una hándicap, porque les obligaba a jugar con mucha precaución ante un Málaga que movía el esférico a gran velocidad.
La primera, dentro
Los minutos pasaban y el Espanyol no se acercaba al marco de Kameni. A excepción de un centro de Salva Sevilla, poco más estaban haciendo los blanquiazules en ataque, aunque el conjunto albiazul, pese a ser el claro dominador, empezaba a perder la intensidad de los primeros minutos. Al Espanyol le estaba faltando estirarse. Y Sergio García empezó a dar los primeros avisos. En el 31’, en una acción de crack, intentó irse de Weligton con un sombrero con la espuela que le hubiera dejado solo ante Kameni, mientras que poco más tarde, en una incursión por la derecha, creó la primera acción de peligro. De nuevo, impresionante el ‘9’. Empezaba a marcar las diferencias y con él llegaban los primeros avisos. Y a la tercera fue la vencida. A cuatro para el descanso, Álvaro se estrenaba como goleador al cabecear un perfecto centro de Salva. Un tanto que dio alas a los pericos y fue todo un mazazo para los locales.
Segunda parte
En la reanudación, el Málaga salió con una marcha más, mientras que el Espanyol esperaba una contra para ‘matar’ el partido. El asedio cada vez era más intenso y llegó el momento de ponerse el mono de trabajo. Stuani y Javi López entraron para potenciar el aspecto defensivo. El partido estaba abierto y, tras un gol, correctamente anulado a Weligton, Abraham y Sergio García buscaron el segundo. Nada estaba decidido. A medida que llegaba el final, los locales cada vez asumían más riesgos y dejaban más espacios atrás. Se la jugaron con el arreón final. Y tuvieron el empate.
De Kiko a Sergio
A ocho para la conclusión, Kiko le paró un penalti a Amrabat, tras unas manos poco claras de Colotto por las que el argentino fue expulsado. Tocaba aguantar. La grada apretaba y con un rival cada vez más volcado, Sergio ‘mató’ definitivamente el partido en una contra mortal. Un tanto que dio un trabajado e importante triunfo, pero que dejó helado a todo el espanyolismo, ya que el capitán, tras una entrada de Kameni, tuvo que abandonar el partido. Por suerte, todo quedó en un susto.