A dos días de la disputa del RCD Espanyol – CD Eldense hemos podido oír en sala de prensa las declaraciones de Leandro Cabrera. Durante todo el mercado de verano, el nombre del central uruguayo estuvo en boca de muchos por su posible salida del club; sonó de hecho vinculado a clubes como el Betis, el Al-Jazira, incluso se especuló con que el Getafe había movido ficha para recuperarlo pero al final el central zurdo, al cual le restan tres años de contrato, sigue enrolado en las filas del Espanyol. Pese a seguir en la entidad implicado en el objetivo del ascenso y ser un fijo en los onces de Luis García -es junto a Fernando Pacheco, Fernando Calero, Pol Lozano y Nico Melamed uno de los únicos cinco jugadores de Espanyol que han sido titulares en todos los partidos disputados- no ha podido evitar estar en el centro de la diana de parte de la afición blanquiazul, incluso hubo de soportar en el último encuentro jugado en el Stage Front Stadium ante el Amorebieta como era pitado cada vez que la pelota pasaba por sus pies.
Leandro Cabrera: “El Espanyol siempre quiso que me quedase”
Cuestionado en sala de prensa por cómo ha ido este verano y de la decisión sobre su futuro, el central del Espanyol Leandro Cabrera ha reconocido que “fue un verano movido para el club en general; con los descensos las plantillas se tambalean por cuestión de presupuesto, encaje de jugadores o que los futbolistas se quieran quedar; lo hemos intentado solventar de la mejor manera, los que se fueron y los que se pudieron ir y se quedaran, todos hemos intentado que la estabilidad del vestuario sea la mejor. No fue fácil, pero resolvimos de la mejor manera conjuntamente una situación que no era sencilla. Personalmente, el club siempre quiso que me quedase, y por mi parte la misma historia de siempre, si aparecía algo para bueno para mi y el club se hablaría. Nada convenció al club y nada a mi y aquí estamos, felices”.
Cabrera forma parte de la nómina de capitanes, a diferencia del pasado curso: “Es una responsabilidad y un compromiso grande el que se asume, pero al mismo tiempo no lo veo influyente ni en la actitud de uno ni en los demás. No cambia mi manera de ser, de entrenar o de respetar el club. El año pasado había más jugadores que podían llevar a cabo esa función, esta temporada con la marcha de capitanes Luis García habló con nosotros, me lo pidió y lo asumí. Con la misma responsabilidad de siempre, como si no lo fuese”.
La marcha de César Montes y la llegada de Ramon Ramos
Cuestionado por la marcha de la que fue su compañero en la zaga, César Montes, destaca que “debilita la defensa porque somos tres centrales. Demostró un nivel increíble, se ganó que un equipo apostase por el y pagase lo que pagó, me alegro que saliesen las cosas como desease. Salimos menos beneficiados como plantilla y como club pero a mi no me beneficia para nada, lo que lo hace es la mayor competencia”. En la zona izquierda de la defensa coincide ahora con un Ramon Ramos del que destaca “se adaptó rápido, es muy alegre. Complementa mucho la plantilla, el año pasado estuvimos el 90% de la temporada con un solo lateral. Da profundidad en el ataque por su capacidad física, estamos muy contentos por su fichaje”.
Humildad ante la condición de favoritos al ascenso
Ahora, con la plantilla cerrada, muchos dan al Espanyol como principal candidato al ascenso: “Tenemos favoritismo para nada, candidatos ya se verá, pero sí tenemos una confianza muy grande en lo que platea el entrenador, que nos beneficia, tenemos los puntos que tenemos por capacidad pero sobre todo por compromiso. No ha sido fácil hasta ahora lo que llevamos de competición, nos ha costado mucho, si no nos pasamos de confianza y seamos humildes sabiendo que cada punto duele, tendremos opciones. Saldremos con la mentalidad de resolver todos los partidos lo antes posible, y cuantos más puntos se consigan antes mejor, pero teniendo los pies en el suelo y sin desviarnos del plan que nos propone Luis García”. “Luis nos da muchas armas para el día a día, tratamos de hacer su plan de principio a fin y eso repercute en que cuando intente filtrar, la pelota pase. Tenemos un técnico que nos pide que arriesguemos y asumamos, y me parece perfecto”, ha destacado sobre su papel más relevante a la hora de sacar la pelota: “Me encuentro a gusto con esta manera de jugar; al principio le dije que a no era muy de mi palo pero me animó para probarlo y creo mucho en esta manera de jugar. Seguiremos hasta que Luis nos diga que le demos patada al balón para arriba”. “Descender te toca el orgullo, te hace pensar qué tan bueno eres, pero me duró poco la reflexión; por experiencia sé qué implica jugar en Segunda, y creo que el club merece el esfuerzo de todo el mundo, no hay tiempo para lamentarse, es un error seguir pensando que eres de Primera y no puede pasar. Hay una renovación de plantilla y eso refresca, vienen con la mente liberada y ayuda a los que estamos”, afirmaba a la hora de valorar si había tenido que hacer un reset a nivel mental tras la pérdida de la categoría.
Dolido pero respetuoso ante los silbidos de parte de la afición del Espanyol
Sobre el citado tema de los silbidos recibidos por un sector de la afición del Espanyol, admite Leandro Cabrera que “no es del agrado de nadie; lo ideal para todo el mundo es tener a la afición de tu lado. No busco el aplauso fácil ni vender humo, y nunca lo haré. Puede que eso me vaya en contra, respeto mucho al club desde antes de llegar, lo he hecho estas tres temporadas y lo haré hasta el día que me vaya. Que 500 personas silben no representa el respeto que tengo a la afición, me queda con la gente que me apoya. No fue una situación cómoda, no quiero que le pase a ningún compañero, pero si vuelve a pasar a apretar el puño y respetando siempre”. “¿Por qué me pitaron? Me sorprendió muchísimo; el partido en ese momento se nos estaba trabando, pero nadie cree que se merezca los pitidos de su afición, siempre fui muy respetuoso con todo el mundo, no me lo esperaba. Lamentablemente veo que puede pasar y estoy mentalizado para todo”, se lamentaba el futbolista uruguayo.