Las sensaciones durante el stage de Marbella están siendo positivas. Pese a que la plantilla aún necesita bastantes caras nuevas, los mensajes que nos llegan desde tierras malagueñas son ambiciosos y esperanzadores. La sensación es que la ilusión ha vuelto. Hay ganas de hacer una buena temporada y así lo reconoce para La Grada uno de los capitanes de la plantilla, un Leandro Cabrera que espera superarse y ayudar a que el Espanyol pelea por objetivos más altos que los del curso pasado.
¿Qué tal Lele? ¿Cómo va todo?
Por suerte, todo muy bien.
¿Cómo va la elección de los capitanes? ¿Vas a ser uno de ellos?
En el momento en que Diego y David ya no están con nosotros, se tiene que volver a constituir la capitanía con normalidad. Son decisiones de grupo y la gente tiene que elegir con quien se siente más representado. Son cosas normales.
Al margen de lo deportivo, a un capitán se le piden más cosas como, por ejemplo, ese discurso que se te vio dar en el video que hizo el club en el año del ascenso…
Son maneras de ser. Yo personalmente no lo hago por intentar trascender, sino porque creo que es algo que a mí me ayuda a ir concentrándome. Voy diciendo cosas que me sirven y si también los demás lo van agarrando, mejor. Si tienes la suerte de decir una palabra clave, mejor, ya que este es el objetivo.
Tampoco ha pasado tanto tiempo de tu llegada y ya has vivido muchas cosas como la amargura del descenso, alegría del ascenso y el año pasado que se acabó con algún problema. ¿Qué toca para este curso?
Superarse. Desde mi llegada en enero, quizás no a pasos tan grandes como queríamos, creo que hemos ido creciendo. Y uno siempre busca superarse. No hay que ponerse un límite, ni trazar un objetivo como tal en los clasificatorio. Lo importante es plantearnos qué clase de equipo queremos ser y que nuestra gente vea. Si logramos ser muy competitivos, aguerridos… a parte de las condiciones técnicas que tenemos, las cosas tienen que caer por su propio peso. Llegaremos o no, dependerá de hasta donde somos capaces de llegar.
Tu vienes de ese Getafe con Bordalás, en el que salíais con el cuchillo entre dientes…
No hay cosas mágicas. Si uno ve equipos que han hecho cosas importantes, más allá de las capacidades individuales y grandes fichajes, pero los equipos normales, que logran cosas importantes, es porque van más allá de sus capacidades. Me tocó vivirlo a mí. Aquel Getafe no era para lograr algunas metas que conseguimos, como casi entrar en Champions, también le tocó vivir algo parecido al míster en Granada, y le tocó a mil equipos que, casualmente, cuando rinden así, la sorpresa es para los demás, ya que ellos debían sentir internamente que lo podían lograr. A mí el único camino que me ha resultado es el del trabajo diario y el míster viene de este mismo palo. Ojalá podamos formar un equipo superduro, difícil, molesto… esta ha de ser la clave. Cuanto más odiados, mejor.
¿Cómo te encuentras con lo que te está pidiendo el míster y en qué faceta quieres mejorar?
Me veo muy bien. Creo que los defensas con el míster estamos intentando mejorar mucho. La fiabilidad es una de las bases de la posición, mientras más atrás juegas, más fiable has de ser. Esto es algo que nos remarca el entrenado en todas las líneas. Y después siempre intento mejorar a todos los niveles, físicamente, de concentración, defensivamente y con balón. Intento mejorar año a año para beneficiar al equipo. Crecer con el balón, desde la fiabilidad, beneficia al equipo.
Por cierto, hemos visto en algunos videos bastante divertidos que te has casado…
(Risas) Sí, algunos son curiosos.
Esta madurez ayuda. ¿Es tu momento?
Sí. Estoy en un momento personal muy feliz y esto siempre repercute en el campo. Uno cuando está mal en casa o tiene problemas, repercute en el trabajo profesional a la larga o a la corta. Por suerte no tengo excusas. Se me presenta todo para ayudar al equipo de la mejor manera.
Siempre os cuesta hablar de objetivos, pero ¿si tuvieras que fantasear con algo con la camiseta del Espanyol con qué lo harías?
Como jugador de fútbol y profesional, creo que es imposible negar que lo más lindo de este deporte es lograr objetivos. Lo soñé en todos los equipos en los que estuve y, obviamente, en el Espanyol. Lo soñé desde que debuté en Uruguay hasta en el Atlético de Madrid, soñé con ascender con el Recre y el Numancia… Al final esto es un deporte y compites contra 18 o 20 equipos que quieren lo mismo y que alguno tiene las mismas o más ilusiones. Yo, obviamente, sueño con que el día que tenga que dejar este club, dejarlo mucho mejor de lo que me encontré.
¿Molaría levantar un título?
Claro que molaría. Porque no soñar con eso. Yo puedo soñar para ir al espacio, pero no estoy preparado. Primero hay que desearlo mucho, y después hay que hacer muchas cosas para que pase. Yo podría decir que quiero entrar en la Champions, pero, ¿qué estoy haciendo para entrar en ella? ¿Qué estoy haciendo por encima de los demás para lograrlo? Pues no lo sé. El primer paso es querer algo y después hacer todo lo posible por lograrlo.
¿Qué música escucha el vestuario?
Hay mucho reggateon, pero parte del vestuario se está revelando. El otro día hasta pusimos Ketama, otro día música electrónica. Lo tenemos todo muy trillado y tenemos que ir cambiando. Por lo general Embarba es el que pone más música, Sergi Gómez le pone magia, es mago para todo. Principalmente es Adrián, a veces Raúl y cuando veo que no hay nadie, me pongo yo. Hay libertad.
🔝
Grande dentro y fuera del campo, el mejor de los tres que vinieron. Ojala este con nosotros mucho tiempo mas
Más que reggaeton, rock por favor. Y más que odiados, a poder ser, admirados… El Getafe llegó lejos pero nunca sentí envidia alguna. Ese no es el espejo en el que yo me fijaría. Mucho mejor fijarse en la Real Sociedad. Sobre Cabrera, veremos, es un portento en defensa y defendiendo balones laterales es quizás el mejor de la Liga, pero habrá que verlo dejando más espacios atrás. Y por Dios, que venga otro central con desplazamiento en largo, pq en ese sentido con Cabrera lo llevamos claro.