El Llagostera, próximo rival del RCD Espanyol en la Copa del Rey, fue fundado como club de fútbol el año 1947, pero no ha sido hasta el siglo XXI cuando ha escrito las páginas más bonitas de su historia.
El Llagostera es sinónimo de ascenso. Hasta seis en nueve temporadas, que se dice pronto. Aunque históricamente siempre ha sido un club que ha competido en categorías amateurs del fútbol catalán, sus mejores años vinieron a partir de la temporada 2004-05 con el primer ascenso de categoría. El Llagostera subió a Primera Territorial de la mano de Oriol Alsina, uno de los nombres más ilustres del club gerundense y que presenta una larga y exitosa trayectoria deportiva al frente del banquillo y los despachos de la entidad. En las siguientes temporadas continuó su escalada por distintas categorías como la Preferente, Primera Catalana, Tercera División y Segunda B antes de lograr el hito histórico más importante del club; su llegada al fútbol profesional.
La temporada 2013-14, la tercera consecutiva del Llagostera en Segunda B, se proclamó campeón del grupo tres de la categoría. Perdió la eliminatoria directa contra el Racing de Santander y tuvo que jugar una doble eliminatoria para conseguir el objetivo. Eliminó primero al Real Avilés y luego superó al Gimnàstic de Tarragona de Vicente Moreno en una final no exenta de polémica.
De esta forma, el Llagostera, que la temporada 2004-05 jugaba en Segunda Territorial, en nueve temporadas vivió seis ascensos hasta llegar al fútbol profesional y consiguió, además, que Llagostera fuera la población más pequeña en tener un equipo en el fútbol profesional español.