El relevo en el banquillo espanyolista conllevará un nuevo dibujo táctico sobre el césped. El técnico soriano será fiel a un esquema que le ha ido muy bien durante su etapa de entrenador. Apostará por un fútbol vertical y una defensa de tres centrales para intentar revertir la mala dinámica en la que ha entrado el conjunto blanquiazul. En la parte de creación y de ataque hay variantes y el técnico podrá ir cambiando en función de las necesidades o el rival.
El entrenador soriano, de 44 años, aterriza en el RCDE Stadium tras su paso por el Girona, donde logró consolidarse en Primera división, y por el Sevilla. Los conjuntos de Machín se caracterizan por un sistema táctico 3-5-2. Los tres centrales son su sello personal, con carrileros ofensivos, que desborden y se sumen al ataque con centros desde las bandas. Aquí David López y Calero parecen tener un sitio asegurada debido a su buen pie para empezar las jugadas, mientras que la otra posición está más abierta y Bernardo podría tener protagonismo tras vivir en el ostracismo sus primeros meses en el Espanyol.
Laterales con recorrido
Por lo que se refiere a los carrileros tan típicos de Machín, Corchia y Pedrosa, dos jugadores a los que les gusta incorporarse al ataque, ganar la línea de fondo y que son buenos centradores parecen partir con ventaja respecto a sus compañeros para ocupar las bandas del equipo. Ambos pueden transformarse en extremos y eso es esencial en su pizarra, ya que quiere futbolistas que tengan todo el carril para ellos. Mientras en la derecha hay más alternativas, con Javi López, que en sus inicios era extremo, y ‘Pipa’, en la izquierda solo está Dídac, aunque no es tan ofensivo como Pedrosa. Tampoco se descarta que apueste por un jugador más ofensivo, como hizo en el Sevilla con Jesús Navas.
Roca, el Banega perico
El centro del campo ya es más variable y jugar con uno o dos pivotes, o dos media puntas depende del rival que tiene delante. El preparador persigue un fútbol vertical, sin excesivas florituras ni descaro, aunque con orden y criterio. Le gusta llegar rápido al área rival y acabar todas las jugadas posibles en ataque. Así que el principal cambio será en la velocidad, ya que se pasará de un fútbol más horizontal como se ha visto ahora a más vertical. Y en este sistema, Marc Roca debería tener mucho protagonismo. Ha de ser el jugador sobre el que girará gran parte del juego del equipo; será, sin querer hacer comparaciones, el Ever Banega del año pasado en el Sevilla. Con Darder, Granero o Pol Lozano ayudándolo en la creación.
Claves arriba
Con libertad de movimientos, Matías Vargas tiene todas las papeletas para ser el perfecto aliado para el delantero centro –Ferreyra, Calleri o Campuzano– que decida el técnico. Mientras que jugadores hábiles como Melendo, Wu Lei y Piatti ganan enteros en este dibujo.