El espanyolismo esperaba con ganas la rueda de prensa del consejero delegado del Espanyol Mao Ye Wu en la que iba a dar explicaciones sobre la salida de Raúl de Tomás. Pero las declaraciones del directivo espanyolista no fueron tan contundentes como esperaba la afición perica después del duro comunicado emitido por De Tomás contra la entidad. RDT, que llegó haciendo historia con sus goles en los primeros partidos, se va protagonizando una de las historias más tristes que ha vivido el Espanyol. Todas las partes han salido perdiendo y dejando sus imágenes tocadas.
Mao Ye Wu empezó manifestando que el “jugador trasladó su intención de salir desde final del curso pasado, antes de la llegada de Diego Martínez. Después del descanso adicional –al venir más tarde tras estar con la selección- ha estado entrenando al margen como muchos otros jugadores que estaban en un estado físico inferior a la plantilla. Fue una decisión de Diego para que pueda coger el ritmo, pero en ningún momento apartamos al jugador. La intención del club es que todos cojan su mejor estado físico”.
Pese a que no quiso valorar demasiado el comunicado del exjugador del Espanyol, sí que negó que el club quisiera vender al jugador como dijo en su comunicado. “Nunca engañamos, nunca lo pusimos en venta. Informamos de la cláusula. RDT tiene que dar lo máximo deportivamente, y si no es el caso, debe dar el máximo económicamente. Siempre quisimos que estuviera en la disciplina del Espanyol del primer día. El jugador manifestó que acababa su etapa en el Espanyol pero tiene que venir con alguna oferta. A nosotros no nos llegaron ofertas hasta el último día”.
Tras un verano sin propuestas, el cierre de mercado fue intenso y el dirigente perico lo atribuye a que “lo del último día es que el jugador insiste en salir y esa es la solución que intentamos dar para minimizar el impacto económico. No salimos perdiendo, es una solución a un problema”. Hace unos meses la cotización de RDT se disparaba con su debut con la selección, pero al final ha salido por una cantidad que ni los más pesimistas pensaban. “El club es el principal interesado en conseguir el máximo beneficio. Hay que verlo desde el otro punto de vista. Tener un jugador que no tiene la cabeza en el grupo es más ruinoso. Hay que considerar los años que le quedan, su sueldo… Hay que ver esas pérdidas. El jugador le dice al entrenador que no quiere estar en el Espanyol. Un entrenador no puede contar con un jugador que no quiere estar. Intentamos que se integrara en el grupo pero no pudo hacerlo”. Y añade que “pese a que el último día del mercado no se pudo realizar la operación, el jugador dijo que quería salir igualmente y el Rayo quería contratarlo”
Mao Ye Wu también manifestó, ante los rumores de posible chantaje al club por seguir, que el “Espanyol le dijo que era el mejor pagado y que no quería hacerle una revisión de contrato”. Ante los duros ataques del futbolista hacia empleados del club, apuntó que “no voy a entrenar a contestar comunicado, pero remarco la confianza en los profesionales. La gestión deportiva es profesional y deportiva igual por todos los jugadores”.
Entiende el desencanto
El culebrón RDT ha sido muy mal gestionado por ambas partes, con mentiras para intentar desviar el foco de un problema que iba a más. “Autocrítica desde el comienzo hay por supuesto. Entendemos el desencanto de la afición, pero intentamos reconducirlo para hacerlo rendir al máximo, pero se llegó a un punto irreversible y se tomó la decisión para solucionar. Su salida era la mejor solución posible”. Mao quiso dejar muy claro que “el Espanyol en ningún momento ha puesto el jugador en venta. Si viniera con una oferta lo valoraríamos, pero en el caso contrario el objetivo era incorporarlo al equipo. Todos los jugadores deben ser profesionales. No es querer o no. Si tienes un contrato debes cumplirlo. Espanyol ha hecho grande al jugador, lo ha colocado en la Selección. Siempre se pueden hacer mejor las cosas, seguro, hacemos autocrítica, pero hay que tomar decisiones. El Espanyol nunca quiso desprenderse del jugador, nunca le obligamos a buscar una salida”.
Desde el inicio de pretemporada el jugador se ejercitaba al margen aludiendo unos problemas físicos. “No entraré a valorar los sentimientos personales. Entrenaba al margen porque el entrenador le exigía un nivel físico. Había muchos al margen y que se fueron incorporando paulatinamente, nunca se encontró dispuesto. No se sentía preparado. El jugador expresaba que no estaba preparado”.
El mal desenlace de la operación ha de servir para que no se repitan los errores. “Cada día aprendemos cosas nuevas y nos sorprenden. No todos los jugadores son iguales, hay que identificar casos especiales. Cada uno tiene su forma de expresas, no entro a valorar su forma”. Mao, que insistió en que el jugador pidió salir del club, añadió que “ya quiso irse cuando bajamos, pero no hubo esa opción, se retrasó la competición. Tenía una cláusula de poder irse cedido pero no hubo esa posibilidad. No se quedó a disgusto, porque rindió. Supimos o pudimos gestionar y se recondujo”.