Tras disfrutar de unos días de vacaciones una vez quedó eliminado del Mundial de Qatar con Dinamarca el pasado 30 de novembre, este jueves 8 de diciembre el delantero Martin Braithwaite, el único jugador del Espanyol que ha estado presente en dicha cita mundialista, se ha reincorporado con la expedición blanquiazul. El ariete ha viajado hasta Murcia, concretamente hacia las instalaciones de La Torre Golf Resort, para reencontrarse con sus compañeros y sumarse a la estadía que llevarán a cabo hasta el día 15 de diciembre. Periodo en que disputarán dos partidos amistosos.
Martin Braitwaite no tuvo un papel especialmente destacado en el combinado de Dinamarca, que no pudo lograr la victoria ante Australia en el último partido de grupo y no se clasificó para los octavos de final. Motivo por el cual el combinado comandado por Kasper Hjulmand se convertía en una de las principales decepciones teniendo en cuenta que estaba llamada a ser una de las revelaciones tras alcanzar las semifinales de la última edición de la Eurocopa y hacer un buen papel en la Nations League. Pero más allá del mal rendimiento grupal, el ariete del Espanyol tuvo una pérdida de protagonismo importante. Y muestra de ello fue que en el estreno no tuvo minutos, tuvo que esperar se a la segunda jornada cuando tuvo minutos, aunque saliendo del banquillo. Y fue en ese partido donde logró lo más destacado, un balón al poste. Más allá de eso, nada de nada. Pocos minutos y escasa ayuda a su selección.
Se espera más de él
Martin Braithwaite se encuentra en ese grupo de jugadores del Espanyol de los que se espera más en esta reanudación de la competición. Desde su llegada es un fijo para Diego Martínez y a firmado tres goles, cifras que le sitúan como el segundo máximo goleador del equipo, pero pese a ello, no está teniendo el rendimiento esperado, quizás por el hecho de partir, casi siempre, por banda. El equipo tampoco ha sabido leer sus desmarcadas y de ahí a que a medida que han ido pasando las jornadas ha ido perdiendo pese y se ha apagado un poco esa llama de esperanza que se encendió a su llegada al RCDE Stadium.