“Me da una sensación de tristeza muy grande ver lo que le ha pasado al Espanyol”

Ya han pasado dos años desde que dejó el Espanyol, al ser destituido al ver que el proyecto no solo no iba a más sino que se había estancado. Quique Sánchez Flores, en declaraciones a Goal, reconoció que “me da una sensación de tristeza muy grande” cuando ve lo que le ha sucedido al Espanyol esta temporada. Y añade que “el Espanyol tuvo una oportunidad única de cambiar para siempre la mentalidad de sus últimos años. Nosotros acabamos en Watford después de una gran temporada y, pese a que teníamos otras ofertas, elegimos el Espanyol porque era un proyecto que nos permitía ajustarnos, pensar bien los fichajes, la estructura…Me dieron una hoja en blanco. Me dijeron hay 24 jugadores en la plantilla y se quedarán los que quieras, y vendrán los que pidas”.

Todo parecía pintar muy bien, pero el club no estaba aún para grandes gastos económicos. “Había 15 millones para fichar que era muy poco. Y más para un equipo que había luchado por evitar el descenso en los últimos años. Con ese dinero fichamos a 11 jugadores, algunos llegaron cedidos, confeccionamos una plantilla de 25 jugadores y sumamos 56 puntos, que era el récord en los últimos 12 años y tres después, sigue siendo la mejor puntuación de los últimos 15 años. En el primer curso nos pidieron acabar en el top-10, fuimos octavos, mientras que en el segundo año nos piden estar entre los siete primeros para ir a Europa”. Pero el verano no fue sencillo, recuerda el extécnico espanyolista. Para esta segunda temporada, Jordi Lardín ya estaba al frente de la dirección deportiva tras haber sustituido a Ángel Gómez. “Con Lardín para esta segunda campaña teníamos preparado un equipo que le presentamos a Mr. Chen de otros 15 millones de euros, que es lo que nos dijeron que podíamos gastar. Pero cuando teníamos decididos los 4 o 5 jugadores que queríamos, y hablamos con el club, entonces nos dicen que no hay nada para poder invertir ese año en refuerzos”.

Un error en el cálculo del fair-play financiero pudo ser el motivo por el que los responsables deportivos se quedaron sin presupuesto para reforzar al equipo. “Nos dijeron que había que recuperar inversión. Pero dos años más tarde, y 70 millones de euros más, resulta que el club está en la peor situación posible. Se dejó escapar la opción de adquirir a Diego Reyes, posibilidades de fichajes… El club confiaba en que con casi lo mismo seríamos capaces de repetir la historia. Como entrenador, mientras veía como equipos como el Betis se gastaban unos 60 o 70 millones, entendí que el segundo año se nos iban a complicar mucho las cosas. Y así fue. Perdimos jugadores importantes que podían venir y no acabamos de hacer la plantilla. De Albiol, Banega, Mariano y Darder, solo llegó uno”.

El campeonato ya empezó con un clima enrarecido y más tras las declaraciones de Quique en la pretemporada. “En verano, después de jugar contra el Nápoles, ya dije que este no era el proyecto que habíamos pensado y esas palabras no gustaron. Era como la declaración de un perdedor, pero realmente esa es la cara que se nos queda a los entrenadores cuando se incumple un proyecto, y solo sale a decirlo el entrenador. Pese a todo, esa fue una temporada que todos hubieran firmado ahora”.