Pese a que ha llovido mucho desde su marcha, Vero Boquete no se olvida del Espanyol. Rara es la vez que vuelve a España y no se pase por el club a saludar. Quién le iba a decir que tres años después de emprender un nuevo y ambicioso rumbo llegaría a estar en la lista de las diez jugadoras nominadas al balón de oro. Algo totalmente histórico, ya que es la primera vez que una futbolista española opta a tal galardón.
“Con mucha pena”, como afirma ella misma, para poder vivir su sueño, Vero tuvo que dejar el Espanyol. Día tras día su nombre ha ido sonando en más sitios hasta retumbar en todo el mundo. Ha jugado una final de la Champions, que desgraciadamente perdió, ha jugado un Europeo y, si no hay nada nuevo, estará como capitana en el próximo Mundial de Canadá. Parece que esta futbolista no tiene techo. “No sé donde está mi límite. Siempre trabajo para ser la mejor y estar en lo más alto” afirma la delantera gallega.
Está militando en la elite del fútbol mundial pero no se olvida de ‘su Espanyol’. Equipo al que sigue desde la distancia. Como dice Vero, cada fin de semana tiene dos partidos, el suyo y el del Espanyol. Este club la enganchó.
Realmente impresionante todo lo que estás viviendo, ¿no?
Totalmente. Tengo la suerte de poder ser profesional y de vivir de lo que más me gusta: jugar al fútbol. Llegar hasta aquí no ha sido fácil y siento que ahora me está llegando la recompensa a tanto esfuerzo. Han sido muchos los sacrificios que he hecho, tiempo lejos de mi familia, maletas para un lado y para otro, pero todo por hacer realidad mi sueño.
¿Cómo recibiste la noticia de tu nominación al Balón de Oro?
Estaba en casa y me empezaron a llegar mensajes de todo el mundo. Sentí una gran alegría y me acordé de toda ese gente con la que he compartido trayecto así como de mi familia. De toda esas personas que me ha ayudado a ser quién soy hoy en día. Hace tiempo que sueño con imposibles que por suerte acaban siendo posibles. Para mí todo esto es todo un éxito.
¿Y el Espanyol te ha ayudado en este aspecto?
Por supuesto. Aquí disfruté mucho, tuve una buena base y empecé a despuntar. Tengo muy claro que sin mi paso por este club no sería quién soy. Creyeron en mí y el Espanyol fue mi trampolín. En realidad soy la misma Vero que en esa época, pero con más experiencia y más nombre. Tengo la misma ilusión por jugar y competir que cuando estaba aquí, aunque a un nivel diferente. Lo más importante es creer en lo que uno hace, tener confianza e ilusión por superarse día a día.
Pero desde tu marcha tu proyección ha sido realmente meteórica…
La verdad es que sí, pero considero que me lo he currado mucho. Nadie te regala nada y la suerte hay que buscarla. Cuando decidí marcharme fuera fue para poder luchar por todo esto. Y sentir que lo estás consiguiendo es una gran satisfacción. No tengo palabras para describirlo.
Todo esto jugando en España sería impensable, ¿verdad?
Por desgracia sí. Aquí estamos a años luz del resto de Europa. Pese a que hay mucho talento el fútbol femenino no acaba de arrancar, y es una pena. Somos una potencia ‘top’ en las categorías inferiores pero después en la absoluta la diferencia ya es abismal. Hay algo que falla y que no se está trabajando para remediar. Ni clubes, ni empresas ni federaciones son conscientes del potencial que hay por explotar. Cuando sean capaces de ver que hay que crear referentes femeninos las cosas empezarán a cambiar.
De ahora en adelante te espera un calendario bastante atractivo, ¿verdad?
Pues sí. A nivel de club estamos en los cuartos de la Champions y queremos estar en la final de Berlín. Además el sorteo nos ha sido bastante favorable y es factible. Y a nivel de selección este verano tenemos un prometedor Mundial.
Algo totalmente histórico en España. ¿Hay mucha presión?
Obviamente nos exigimos mucho y queremos hacer un buen papel, aunque tenemos más a ganar que a perder. Nos ha costado mucho llegar hasta aquí y por lo tanto vamos a luchar a muerte. Además, uno de nuestros objetivos es clasificarnos para los próximos Juegos Olímpicos. Como dice nuestro lema, vamos a ‘Soñar en grande’, como hasta ahora.
Ya para terminar, ¿volveremos a ver a Vero Boquete defendiendo la elástica blanquiazul?
Ojalá. Me encantaría volver a la que fue mi casa. Jugar aquí el final de mi carrera sería muy bonito. Siempre diré maravillas de este club, pese a que es una pena que en los últimos años haya sufrido este bajón. Esta sección, que tantas alegrías ha dado, se merece que la cuiden mucho más. Siempre ha sido un referente y me sabe muy mal ver que hemos vivido caminos opuestos.