Jordi Lardín, el exdirector deportivo del Espanyol, ha defendido su gestión en una entrevista en ‘Sport’. “Me voy con la conciencia muy tranquila, he trabajado muy duro desde el primer día que llegué”, explicó.
Entrando más al detalle, comentó que “parece como que la gente esté aprovechando la supuesta situación económica para hacerme responsable de una gestión que no me toca. Los contratos que hacen superar el límite salarial vienen de compromisos pactados en la temporada 2016/2017 en la que, recuerdo, yo era responsable del fútbol base. Creo recordar que el presupuesto pasa de los 19/20 millones a más de 50. Esa gestión no es mía. Parece que Ángel Gómez no estaba muy de acuerdo con todo. Si es así, debió dimitir y que yo sepa no lo hizo”.
Además, reconoció que los nombres de Albiol, Borja Valero, Banega y Mariano “eran nuestras primeras opciones con el presupuesto inicial que nos habían dado” de cara a la temporada 2017/18. “Pero cuando empieza el periodo de fichajes nos comunican que ese presupuesto no es correcto, que no tenemos ni un euro para fichar y que debemos vender para reforzarnos”. Ese repentino cambio en el presupuesto se debió “a que no se habían concretado unas ventas que estaban previstas y que todo había sido un error… Hasta ahí puedo llegar”.
Respecto a su relación con Òscar Perarnau, el director general deportivo, señaló que “teníamos reuniones o conversaciones diarias. La relación fue siempre fluida, estábamos de acuerdo en muchas cosas. Diez días antes de mi cese me explican que el próximo año será complicado. Toca reducir el presupuesto. Yo les transmito que si ellos son valientes, yo lo soy. Defiendo que asciendan al entrenador del filial y a chicos del Espanyol B para la próxima temporada”.
Por otra parte, Lardín era partidario de dejar irse a Quique al Stoke. “Cuando el presidente me pide mi opinión yo le transmito que no es aconsejable tener un entrenador a disgusto y soy partidario de dejarlo marchar aunque sea a coste cero. ¿Por qué? Porque a la larga puede ser perjudicial”.