La llegada de Chen Yansheng al Espanyol significó un punto de inflexión en los fichajes del club. El presidente, tras empezar a solucionar los problemas económicos de la entidad, se decidió a apostar por aumentar el presupuesto destinado a incorporaciones. Y el Espanyol comenzó a invertir en refuerzos con algunas operaciones que hasta la fecha no se habían visto en el club. Durante su mandato se han realizado los siete fichajes más caros de la historia de la entidad: Raúl de Tomás (20 millones de euros), Matías Vargas (10,5), Borja Iglesias (10), Adrián Embarba (10), Leandro Cabrera (9), Sergi Darder (8) y Leo Baptistao (7). Pero este curso, al igual que el anterior, todo ha sido muy distinto, aunque no solo en el club perico.
El Espanyol, como la mayoría de los conjuntos de LaLiga, no ha escapado a las restricciones económicas marcadas por el organismo futbolístico. Pese a que después de muchos años se encuentra en una situación financiera mucho mejor, no ha tenido la posibilidad de invertir en fichajes. El límite salarial, con el que LaLiga quiere tener el control financiero de todos los equipos, le ha dejado muy poco margen para reforzarse. Ante estas dificultades, solo se ha gastado 900.000 euros en la adquisición de Sergi Gómez, ya que Manu Morlanes, Loren Morón y Yangel Herrera han llegado cedidos, y Aleix Vidal, libre. El límite salarial ha impedido que se reforzaran otras posiciones y los últimos tres refuerzos han llegado gracias al acuerdo económico que alcanzó LaLiga con CVC.
Aumenta el límite
La prioridad del Espanyol siempre ha sido inscribir a todos sus jugadores y esto se realizó antes de la llegada de Sergi Gómez. A partir de ahí, se fue completando la plantilla. Los cinco nuevos futbolistas han significado un gasto de 7,5 millones en el límite salarial, una cifra que ha sido posible alcanzar por las cesiones de Matías Vargas y Pol Lozano, la rescisión de contrato de Lluís López y algunos ingresos que han entrado. Y esta vez se ha reforzado sin tener que traspasar.
A diferencia de anteriores cursos, ya no hay la necesidad de vender a los jugadores importantes, aunque una gran venta hubiera ayudado a poder pelear por algunas de las primeras opciones.
La parte más positiva de este mercado es que el conjunto perico ha conseguido mantener a toda su columna vertebral que ahora deberá reivindicarse en Primera división tras un año en el infierno de Segunda. El club siempre se ha mantenido firme en su idea de que los jugadores importantes solo saldrían si abonaban sus cláusulas, pero el mercado se ha movido muy poco. Hemos vivido un verano de cambio de cromos más que de ventas. Y el Espanyol, como explicamos en las páginas 8-9, no ha traspasado a ningún jugador después de muchos años haciéndolo.
Ejecutaron tres compras
A parte de estas cinco incorporaciones hay tres jugadores, que la pasada campaña jugaron cedidos, que han pasado a ser futbolistas del Espanyol a todos los efectos. Landry Dimata, que llegó en el mercado de invierno cedido por el Anderlecht, y Álvaro Vadillo y Miguelón, que llegaron a préstamo del Celta y Villarreal, vieron como el Espanyol ejecutaba unas opciones de compra, invirtiendo algo más de cuatro millones de euros. De esta manera se convirtieron en los primeros fichajes de cara a la temporada del regreso a Primera división.