El mercado de la temporada 21/22 amenaza con ser todavía mas escaso en materia de fichajes que el de la temporada que está a punto de cerrar. Esto lo confirma el hecho que, hasta el momento, la dirección deportiva espanyolista no ha recibido ni una sola propuesta por los jugadores de la plantilla que implique un desembolso económico. Todo el interés mostrado a través de clubes y representantes se ha materializado en la posibilidad de hacerse mediante trueques o intercambios. Nadie pone sobre la mesa un solo euro.
Los férreos controles económicos de La Liga están asfixiando a todo el fútbol español a nivel económico, y el Espanyol no es una excepción. Pronto se conocerán oficialmente los números que hacen referencia al límite salarial con que contarán los clubes para reestructurar sus plantillas, pero las perspectivas que van llegando no son nada halagüeñas. Los recortes del COVID llegaron para quedarse, los derechos televisivos no aumentan, se han perdido muchos patrocinios, no hay asistencia de público y muchos clubes que tienen contratos firmados se ven en la necesidad de renegociar las fichas de sus jugadores. En el caso de la plantilla del Espanyol, los compromisos firmados se respetarán puntualmente. El club, respaldado financieramente por Chen Yansheng, cuenta con la liquidez suficiente, pero a resultas de lo expuesto el margen para refuerzos es prácticamente nulo.
Todo el dinero debe llegar pues, procedente de ventas o de liberar algunas de las fichas existentes. El Espanyol ya trabaja hace tiempo con este horizonte, consciente de que hacen falta refuerzos para acometer el retorno a primera y de que el mercado ofrece ahora mismo oportunidades interesantísimas para hacerse con jugadores apetecibles. No obstante, no han llegado hasta el momento ofertas que supongan entrada de dinero para acometer estos refuerzos. Como hemos dicho inicialmente, solamente ha llegado el interés a través de trueques. El club no tiene la intención de aceptar esta posibilidad, al menos de momento. Veremos como avanza un verano que, si La Liga no afloja sus parámetros, se antoja complicadísimo para el mercado futbolístico.