Bernardo se convirtió en uno de los protagonistas inesperados de su equipo, que en sólo tres días vio como su defensa sacó cara en la moneda con un gol al Alavés y cruz con su expulsión este martes frente al Getafe.
El zaguero perico pasó de sonreír el pasado sábado con un gol fundamental para abrir el choque contra el Alavés a marcharse a los vestuarios del Coliseum Alfonso Pérez visiblemente enfadado tras recibir una tarjeta roja a los 17 minutos del inicio del encuentro de forma injusta y muy, muy rigurosa.
Un manotazo sin balón en la cara del uruguayo Damián Suárez, que interpretó muy bien su papel de ‘víctima’, dentro del área del conjunto madrileño, provocó la decisión del árbitro José Luis Munuera Munuera Montero, que no dudó en sancionar a Bernardo prácticamente al instante.
De este modo, Abelardo perdió a una de sus piezas clave para lo que restaba de este encuentro así como para el siguiente ante el Levante, a las espera de que se pronuncie el Comité de Competición. Y a ese contratiempo hay que añadirle que el central ya estaba apercibido, por lo que una vez cumpla sanción, en caso de ver una amarilla tendría que volver a descansar forzosamente.