Pau López anunció, después del entrenamiento de este miércoles en la Ciudad Deportiva, lo que era un secreto a voces, su marcha del club este verano y aseguró que no se va por dinero, sino “por un tema de sentirse valorado, de sentimiento”.
En este sentido, el meta se refirió al anterior director deportivo, Jordi Lardín, destituido hace un mes. “No estuve valorado por esta persona que representaba al club. Nunca hablaré mal del Espanyol, pero es cierto que han ocurrido ciertas cosas y que la gestión no ha sido la correcta”, aseveró.
Pau detalló que cuando regresó el verano pasado de su cesión en el Tottenham, el club inglés trató de ficharlo pero el Espanyol no quiso rebajar nada la cantidad pactada en la opción de compra (siete millones de euros). “Me dijeron que estaban contentos de que volviera y que más adelante hablaríamos de la renovación”. Pero a finales de agosto “el director deportivo -Lardín- me comunica que el club no cuenta conmigo y que escuche una propuesta que ha llegado -del Brighton inglés, donde milita el experico Bruno Saltor– y que trate de ponerme de acuerdo con ellos. No me molesta que el Espanyol me quiera vender, sino que se diga una cosa y se haga otra. Y más me molesta que esta oferta sea muy parecida a la del Tottenham”, lamentó. Al final decidió seguir y acabar la temporada en el Espanyol.
Más adelante el club trató de renovarle, después de su frustrado intento de venderle al Brighton. “La primera reunión por la renovación llega en octubre. Me preguntaron que si tenía intención de renovar, les dijimos (mi representante y yo) que no estábamos contentos con la gestión, pero que si nos querían hacer una propuesta estaríamos abiertos”. Esta, por eso, se demoró. “La primera propuesta es el 14 de noviembre, cuando queda un mes y medio para poder negociar con cualquier club. Creo que la gestión ha sido mala y que la oferta llegó demasiado tarde”. De hecho, no dudó en afirmar que si el club hubiera tratado de renovarle en verano, “hubiera firmado encantado con la mitad de lo que me ofrecieron más tarde”. Además, indicó que “el día 1 de febrero comuniqué a una persona del club que no seguiría el año que viene”, seguramente Òscar Perarnau, el director general deportivo.
Además, la actitud de Lardín en las conversaciones, tal y como detalló Pau López, no fue de su agrado: “No es bonito que aparezcan informaciones sobre las cantidades de los contratos que se negocian. Son cosas feas. Como que amenacen con que si no renuevas te irás al banquillo, esto crea una reacción contraria”.
Según el portero, él no tiene ningún problema con Lardín, “pero no estoy de acuerdo con la gestión que ha hecho en representación del club”. Pau afirmó en este sentido que Perarnau hubiera sido “la persona indicada” para llevar a cabo esta operación: “Es de diez, el club está en buenas manos”.
El gerundense, que acaba contrato el 30 de junio, no quiso desvelar su destino, aunque todo apunta a que fichará por el Betis. “Es un día triste, pero nunca cerraré la puerta al Espanyol. Ojalá algún día pueda volver a vestir esta camiseta. Estoy muy agradecido por todas las oportunidades”, confesó.
Por último, Pau López reiteró en mostrarse crítico con la gestión de la entidad blanquiazul por los anteriores responsables del club (el citado Lardín y Ramon Robert). “El Espanyol necesita vender futbolistas por la mala gestión de personas que ahora no están. La afición debe entenderlo. No gusta que eso pase y menos por necesidad”, analizó.
