No fue un Black Saturday porque perder 1-0 en el Calderón entra dentro de la normalidad (no es la Liga del Espanyol, que dirían algunos), pero las sensaciones no fueron nada buenas.
Y es que cuando el equipo es incapaz de disparar entre los tres palos, no es para tirar cohetes. Más bien todo lo contrario. Y lo cierto es que Sergio González no se mostró rácano en su planteamiento. De hecho sorprendió alineando en el doble pivote a Abraham, que solo había disputado 22 minutos en las anteriores 12 jornadas.
Pero no empezaron nada bien las cosas. Y cuando se llevaban 2 minutos y 20 segundos de juego, Griezmann tocó con sutileza un centro de Óliver Torres para cruzarlo lejos del alcance de Pau.
El Espanyol no se sentía cómodo y un centro de la muerte de Filipe Luis no encontró rematador por muy poco. Roco, que no estuvo atinado en el único gol rojiblanco, intentó resarcirse en la primera aproximación perica, con un cabezazo que se marchó alto en jugada de estrategia.
Mientras el Atlético se encontraba con diez en el campo por la grave lesión de Thiago, Hernán la tuvo tras una buena combinación del ataque perico, pero se durmió cuando su posición era inmejorable para el disparo. 1-0 al descanso que pudo ser aún peor porque Álvaro rozó la segunda amarilla y Víctor Álvarez cometió un grave error en la salida, regalándole un balón a Juanfran que obligó a Pau a emplearse a fondo.
El gerundese aún estuvo más inspirado en la reanudación cuando le sacó un disparo a bocajarro a Griezmann. El rechace le quedó a Vietto, quien con la portería vacía y el meta perico en el suelo la envió fuera. Un atento Pau volvió a mostrarse certero con otra gran intervención en un disparo envenenado de Óliver Torres.
El Espanyol tenía a sus ‘tres tenores’ (Caicedo, Gerard y Asensio) sobre el campo, pero era incapaz de generar peligro. El segundo del Atlético estaba mucho más cerca que el empate, como un latigazo de Griezmann lamiendo el travesaño y un cabezazo al palo de Godín.
Más madera, imposible. Mamadou entró para jugar con tres delanteros y medio a la vez. En el 85’ llegó un disparo de canario de Gerard Moreno, pero Torres estuvo a punto de marcar en la réplica. Más clara aún fue la de Koke, que también disparó al palo. Otra intervención felina de Pau en el tiempo añadido en un disparo lejano del ghanés Thomas dejó un raquítico 1-0 en el marcador.