“Nos vamos tristes, pero no hay nada perdido”

“Lo tenemos que seguir intentando”. Rubi, pese a un empate que fue un auténtico bajonazo que dejó al equipo muy tocado y contrariado, se reafirmó en su optimismo y confianza hacia un objetivo que a su entender “no está perdido. No dependemos de nosotros, pero hay que insistir. El profesional que se rinde antes de tiempo no es profesional. Nos emplearemos al máximo y si no lo conseguimos no será porque no lo hemos intentado”. Y puntualizó que “es el año que estamos más cerca, es un equipo que no está acostumbrado a luchar por esto en los últimos años”.

Pese a todo, al de Vilassar el empate le vale para seguir ahí. No descarta nada: “En el fútbol pueden pasar muchas cosas y aunque es difícil lo seguiremos intentando. Aquí nadie se rinde y esto estará entre Athletic, Alavés, real Sociedad o nosotros, ya que el Betis lo tiene más difícil. Veremos”.

Ambición al margen, lo que era innegable es que los jugadores digirieron muy mal lo acontecido, no era para menos. En este sentido el técnico perico, que admitió que “nos han sobrado tres minutos”, explicó que se fueron “tristes y muy afectados, solo hacía falta ver sus caras de decepción porque nos importaba mucho lograr un triunfo en este partido, había muchas ganas de sacarlo adelante. Pero solo puedo felicitar a un equipo que se ha dejado el alma y al que al final se le ha escapado el partido porque esto es fútbol y el rival también juega y ha apretado mucho”. Aunque el gran problema fue el de siempre: “No haber sido capaces de matar el partido en alguna contra como la de Marc Roca nada más empezar la segunda parte”. Algo que lamentó que haya “pasado mucho este año. Tiene un valor muy bueno ponerte fuera en tantos partidos por delante, pero nos cuesta alargarlo. Nosotros ganamos a base de mucho fútbol y hacerlo fuera durante 90 minutos es muy difícil, no somos un equipo con mucho músculo y lo sufrimos mucho más”.

Pese a ello, nada que reprochar: “Hemos hecho todo lo que podíamos, por lo que los jugadores pueden irse con la cabeza alta. El equipo ha defendido de película todo el partido, pero en un desajuste puntual, en un centro que no se ha defendido bien, nos han empatado”.

Y finalmente, respecto a que siempre falla algo y todo se acaba torciendo, el preparador de Vilassar de Mar espetó que en ello intervienen “muchos factores: Tener un bloque de jugadores que está cogiendo experiencia, que el rival te ataca con todo y tú no has sido capaz de cerrar el partido…”. Sin duda, un cúmulo de despropósitos que una vez más volvió a pasar factura.