Oier Olazábal, titular en el duelo de Copa del Rey ante el Llagostera, llegó al Espanyol el pasado mercado de invierno procedente del Levante envuelto en un halo de misterio. El club blanquiazul pagó al granota 1’5 millones de euros para hacerse con el que sería el tercer portero de la primera plantilla tras Diego López y Andrés Prieto. Con la salida de este último, el de Paradela es titular indiscutible y el navarro esta a su sombra, pero siempre que ha sido requerido ha actuado con seguridad.
Es más, Oier Olazábal no ha encajado una sola diana en los tres partidos oficiales con el Espanyol tras el duelo de Copa del Rey de la primera ronda. La pasada campaña actuó bajo palos ante Alavés, en el primer duelo tras el confinamiento y en el que Diego López estaba sancionado al ver la tarjeta roja ante Osasuna, y en el último encuentro liguero frente al Celta. En ninguno de los dos casos tuvo excesivo trabajo, pero el poco que tuvo lo solventó con acierto. Mientras ante los babazorros el Espanyol ganó por 2-0 y seguía creyendo que la salvación era posible, ante el cuadro celeste firmó un triste epílogo (0-0), en un encuentro que además dio la salvación al equipo entrenado por aquel entonces por Óscar García Junyent.
Ante el Llagostera en Copa del Rey, Oier Olazábal debutaba esta campaña en la portería del Espanyol y fue el hombre más destacado y clave para el acceso perico a la siguiente ronda. Más de tres meses después del inicio de la campaña y tras una lesión de por medio que le hizo no poder estar en el banquillo perico durante tres jornadas ligueras, el navarro firmó una actuación solvente, con la guinda de que detuvo un penalti a Sergio Cortés que podía haber puesto las cosas muy complicadas.
Oier Olazábal ha disputado solo tres duelos de competición oficial con el Espanyol después del duelo de Copa del Rey ante el Llagostera y con el Levante el pasado curso, en la primera parte de la campaña, solo jugó los dos primeros encuentros coperos, en el triunfo ante Melilla (0-5) y en el pase por penaltis contra el Jaén tras empatar a un gol. Ese ha sido el único tanto que Oier ha recibido en casi un año. El navarro sabe que en la Copa del Rey tiene su oportunidad para brillar y va a hacer todo lo posible para que el Espanyol siga vivo y llegue lo más lejos posible. De momento, ya ha puesto su granito de arena.