Siempre que visitamos el Santiago Bernabéu pensamos que esta vez sí que se podría romper la mala estadística ahí (solo 4 victorias, 14 empates y 66 derrotas en liga). Pero esta vez lo podemos hacer con fundamento. El Espanyol ha arrancado con fuerza el campeonato, sumando 7 puntos de 12, y que podrían ser más sin el despiste de Vitoria, VAR aparte. Eso permitió acabar la pasada jornada en zona Champions. Pero es que además, y eso es lo más importante, el juego del equipo transmite unas sensaciones buenísimas. Los jugadores parece que están disfrutando con lo que les pide el míster, Rubi, que tiene una ambición que no está impidiendo, ni mucho menos, defender bien.
Además, a todo ello hay que sumarle que el Real Madrid disputó el pasado miércoles un partido de Champions (batió a la Roma por 3-0). Eso implica que físicamente podrían estar algo más cansados y/o que roten a más jugadores. Hay que tener en cuenta que esta semana que viene habrá jornada entre semana (el Espanyol recibirá al Eibar el martes y visitará al Rayo Vallecano el viernes) y eso se acentúa en los blancos, con ese duelo de Champions extra disputado y el que jugarán tras la jornada del próximo fin de semana.
Las dos semanas sin liga tras caer en el campo del Alavés se hicieron muy largas. Pero el pasado domingo los de Rubi confirmaron que esa derrota no fue más que un accidente, por si alguien tenía alguna duda, jugando un buen partido contra el Levante y logrando los tres puntos en juego (1-0). Si acaso, solo faltó tener más acierto ante puerta, pero en cualquier caso el equipo generó juego y fue valiente, siendo fiel a las premisas de Rubi, para obtener así la segunda victoria en los dos partidos jugados en el RCDE Stadium esta temporada.
En ese duelo, Sergio García logró el gol de la victoria. De esta manera, además, se está confirmando lo visto en la pretemporada. El Espanyol tiene cierta facilidad para generar peligro y además el sistema permite que varios jugadores lleguen al área rival. Así, cinco futbolistas ya han visto puerta (Baptistao, Borja Iglesias, Granero, Hermoso y el de Bon Pastor). En toda la temporada pasada, solo nueve marcaron y cinco de ellos en una única ocasión.
¿Empezarán las rotaciones?
Hasta el momento Rubi ha confiado en un mismo once. Lleva tres partidos seguidos con la misma alineación, desde que en la segunda jornada entrarán Granero y Sergio García por Víctor Sánchez y Piatti. Pero teniendo en cuenta que los blanquiazules jugarán tres partidos en siete días, seguro que en alguno de estos partidos, sino en todos, habrá algún cambio. Además, incluso el propio míster se mostró sorprendido por haber repetido la misma alineación tres veces seguidas.
De hecho, hay un cambio obligado, dado que David López se ha quedado fuera de la convocatoria por unas molestias en el cuádriceps de la pierna izquierda. Eso a priori le abre las puertas de la titularidad a Óscar Duarte, a pesar que viene de una lesión, con Naldo como la otra opción.
A partir de ahí, otro jugador que podría entrar en el once es Víctor Sánchez, por experiencia y porque aporta trabajo defensivo desde el centro del campo. Y en un partido como este es necesario. Si jugara el de Rubí, Granero, a pesar que está jugando muy bien, podría ser el sacrificado. Otra opción sería tocar el esquema y jugar con cuatro centrocampistas, sentando en este caso a uno de los de arriba que podría ser Sergio García. Con tantos partidos en pocos días, el de Bon Pastor tendrá que descansar en alguno de inicio. En cualquier caso, el que salga del once con casi toda seguridad sería titular el martes ante el Eibar. Apuntar que en la convocatoria también ha entrado Pedrosa y se han caído Álex López y Pipa. Al ser 19, tendrá que descartar a uno
El Real Madrid, por su parte, podría rotar con más alegría. Odriozola ocupará la baja de Carvajal, mientras que Nacho podría ocupar el otro lateral, dando descanso a Marcelo. Kroos y Benzema también se podrían quedar en el banquillo, dando entrada a Asensio, que no fue titular en el partido de Champions, y Mariano.
Asustan menos
El nuevo proyecto del Real Madrid, sin Zidane ni Cristiano Ronaldo, empezó con dudas al perder la Supercopa de Europa contra el Atlético de Madrid (2-4), algo que les escoció mucho. En Liga empezaron bien, pero el pasado fin de semana se dejaron dos puntos en San Mamés ante el Athletic (1-1).
El técnico Julen Lopetegui se está mostrando más ofensivo que Zidane. Y no duda en sentar en ocasiones a Casemiro, algo que su centro del campo acusa mucho, dado que es el mediocentro que equilibra su ataque con la defensa. Estaría bien que el brasileño se quedara en el banquillo.