Una de las asignaturas pendientes del Espanyol de cara a la próxima campaña, y que iniciará con la campaña de abonos que se presenta ya, será volver a enganchar a su afición y que se consolide esa comunión entre la grada y el equipo de la que tanto hablaba el curso pasado Vicente Moreno y que tan solo se dio en algunos momentos puntuales, como en los partidos contra Real Madrid, FC Barcelona o Sevilla CF.
Ya antes de acabar la temporada se venía advirtiendo de que las cifras de asistencia media al RCDE Stadium no eran buenas si las comparábamos con las del resto de temporadas en el actual templo perico. Una vez acabada la campaña y tras la disputa de los 19 encuentros de liga en casa, queda demostrado que la 2021-22 ha sido la peor temporada en cuanto a público en las gradas de Cornellà-El Prat. Una media de 17.352 aficionados por partido poblaron las gradas del estadio blanquiazul, por debajo de los 17.847 espectadores de media del curso 2016-17, el segundo de Quique Sánchez Flores y el que tenía hasta la fecha el récord negativo.
La tendencia va claramente a la baja, desde los 27.861 aficionados de media en la primera temporada del nuevo estadio (2009-10) hasta los 17.352 de ahora. Es decir, en poco más de una década se han perdido unos 10.000 asistentes al campo. Mientras que en los cuatro primeros cursos en Cornellà-El Prat se superó la barrera de los 20.000 espectadores, en los nueve siguientes ese objetivo solo se ha logrado dos veces. En alguna ocasión se ha argumentado el problema de los horarios como una de las causas por las que baja el número de espectadores, pero es un efecto que, de ser así, quedaría difuminado a medida que pasa más tiempo. Es más, según una publicación de Manu Carrasco, exdirector de patrocinio del CE Sabadell y que acostumbra a compartir datos económicos sobre la liga, este descenso en el número de espectadores no se produce en otros equipos de Primera división de perfil similar al Espanyol. Por ejemplo, Betis y Real Sociedad han ganado en asistencia media en la última década, mientras que Athletic Club o Valencia CF se han mantenido en la mayoría de las temporadas.
Sí es cierto que hay que tener en consideración los efectos de la pandemia de COVID-19 sobre la asistencia a los estadios. Según ha publicado recientemente ‘Palco 23’ en su análisis ‘Facts&Figures: Asistencia a los estadios de LaLiga’, esta temporada la presencia media de espectadores en los estadios de Primera división fue de 22.932 personas, 15,3 puntos porcentuales por debajo respecto a la campaña 2018-19, la última completa previa a la pandemia. Hay que tener en cuenta que en algunos partidos del pasado curso, hubo limitaciones de aforo por la pandemia, algo que perjudicó a algunos clubes. De hecho, solo seis han mejorado su asistencia media respecto a la 2018-19 –RCD Mallorca, Elche CF, Cádiz CF, Osasuna, Granada CF y Real Sociedad–. Sin embargo, esta lista tiene truco, ya que cinco de esos equipos estaban en Segunda división en 2018 y el otro, la Real Sociedad, ha ampliado el aforo de su estadio durante este tiempo.
La barrera de los 20.000
Analizando los datos de los 19 partidos que el Espanyol jugó como local la pasada temporada, vemos que la asistencia más baja se produjo en la segunda jornada de LaLiga, disputada el 21 de agosto contra el Villarreal CF. Solo 11.095 personas fueron a ver en directo el partido, una cifra que se explica por la época del año (mucha gente todavía estaba de vacaciones), pero sobre todo por las restricciones anti-COVID-19, ya que solo se permitía el acceso a unas 12.150 personas. Es decir, hubo más del 90% de ocupación.
Solo en tres ocasiones se superó la barrera de los 20.000 espectadores. Fue con la visita de tres de los cuatro ‘grandes’ de LaLiga. La asistencia más alta de la temporada se produjo en el partido contra el FC Barcelona del 13 de febrero. Fue la única vez en la que se superaron los 25.000 aficionados (fueron 25.049). Contra el Sevilla CF se estuvo cerca de esa cifra (24.897), mientras que contra el Real Madrid se quedaron con 23.377. Eso sí, contra los blancos también hubo aforo limitado por el COVID-19.
Más allá del caso especial del encuentro contra el Villarreal CF, en dos ocasiones más tampoco se alcanzaron los 12.000 espectadores. Fue contra el Elche CF (10 de enero) y contra el Rayo Vallecano (21 de abril), en ambos casos en partidos entre semana. Por otro lado, la peor asistencia en un partido de fin de semana y sin restricciones de aforo se produjo en el último choque del campeonato como local, contra el Valencia CF el 14 de mayo (14.990).
Aunque estas cifras todavía están condicionadas por la pandemia, lo cierto es que suponen un aviso a navegantes de cara a la nueva campaña de abonados. El equipo debe volver a ilusionar y el club, poner facilidades para que el público vuelva a engancharse al Espanyol.