Una vez cerrado el mercado de verano, el RCD Espanyol y Vicente Moreno cuentan con una plantilla muy amplia formada por 25 fichas profesionales más Joan García (34), que jugará con dorsal del filial en caso de que fuera necesario. El número ‘21’ ha sido heredado por Nico Melamed tras la salida de Marc Roca hace exactamente un año. El ‘25’, que es el único número que quedaba libre de todos los que había disponibles, será para el último fichaje del verano: Yangel Herrera.
La Dirección Deportiva ha completado cinco operaciones de entrada y cuatro de salida, además de adquirir en propiedad a Landry Dimata, Vadillo y M.Llambrich y renovar a Javi Puado. Las llegadas, también en propiedad, de Sergi Gómez y Aleix Vidal y las cesiones de Loren Morón del Betis (con opción de compra), Yangel Herrera del Manchester City y Manu Moralanes del Villarreal. Se ha rescindido a Lluís López, que jugará en Zaragoza, y se ha buscado una cesión para Pol Lozano (Girona), Matías Vargas (Adana Demirspor) y Víctor Gómez (Málaga).
Así de entrada, la gran conclusión que se puede extraer es que este mercado se ha planteado desde una visión cortoplacista. Han querido aprovechar los máximos recursos disponibles para buscar resultados inmediatos. El objetivo, dicho por el mismo club en más de una ocasión, es muy claro: consolidar el club en Primera División. O dicho de otra forma: la permanencia. Con las llegadas de Sergi Gómez (29) y Aleix Vidal (32), las únicas en propiedad, difícilmente se podrá generar patrimonio.
¿Tiene el Espanyol mejor plantilla que la del descenso? Rotundamente sí. ¿Se ha mejorado el nivel de la temporada anterior? Sí. ¿Tiene más recursos y es más competitiva? También. ¿Esta inyección de nivel puede generar patrimonio a corto-medio plazo? Complicado por no decir imposible. Aquí radica uno de los principales problemas de la planificación, pues la salud deportiva del Espanyol a largo plazo podría depender en gran parte del papel y rendimiento que tengan algunos jugadores de la casa como Pedrosa, Puado o Nico Melamed, y otros como Raúl de Tomás, que por status, caché y posición podría convertirse en una pieza codiciada en el mercado.
Mercado cortoplacista
Este planteamiento, y esto ya es opinión personal, me parece algo arriesgado de cara al futuro. No es la primera vez que sucede con esta Dirección Deportiva del Espanyol y es que la situación actual viene condicionada, además de la pandemia, por la gestión de otros mercados anteriores. Si Yangel Herrera y Morlanes, que apuntan a tener un papel protagonista durante el año, ofrecen un rendimiento acorde a las expectativas, el Espanyol ya no podrá volver a acceder a ellos y el 30 de junio de 2022 la planificación en esta zona del campo volverá a empezar de ‘cero’. Con David López, Darder, Keidi Bare y Pol Lozano.
Así pues, parece que el mercado de la próxima temporada 2022-23 se planteará de forma totalmente distinta en el Espanyol. José María Durán ya manifestó en su día que la inversión sería importante, siempre y cuando se cuente con el beneplácito de Chen Yansheng. Y aunque todavía quedan 10 meses para el inicio de una nueva ventana estival, la planificación se debe trabajar desde ya.
Si el Espanyol se mantiene en Primera división y no pasa demasiados apuros como para acudir al mercado de invierno como antaño, el límite salarial permitirá un margen de maniobra más amplio que el actual. Hay algunos jugadores que terminan contrato y otros que, a diferencia de esta temporada, no percibirán sus pertinentes retribuciones. Todo ello debería facilitar una política más a largo plazo. Ya habrá tiempo para juzgarlo y analizarlo.
Otra de las conclusiones que nos deja este mercado es la inversión que ha hecho el Espanyol para reforzar el centro del campo. De todas las llegadas, las dos de más nivel y proyección son Yangel Herrera y Manu Morlanes, dos mediocampistas, que llegan para acompañar a David López (también jugará de central), Keidi Bare, Darder, Fran Mérida y Melendo. Vicente Moreno contará con siete jugadores para ocupar dos, tres o hasta cuatro (¿rombo?) posiciones del centro del campo, en función de la estructura de juego que plantee, aunque partimos de la base que con Yangel Herrera, Manu Morlanes y Sergi Darder -los tres teóricos titulares- se puede formar una medular muy completa que puede ir alternando su rol y posición -pivote, interior o media punta-. A la espera de comprobar las intenciones del técnico valenciano y las posibles alternativas, que las hay, parece evidente que el Espanyol jugará muchos partidos con tres jugadores por dentro como mínimo. Las posibilidades y los dibujos son muchos y variados, pero lo más importante es el rol que pueda desempeñar cada jugador y la altura que ocupará en el terreno de juego.
Morlanes ayuda a resolver uno de los principales problemas que tiene el Espanyol: la salida de balón. Quizás no es el ‘6’ físico y posicional que durante tanto tiempo ha reclamado el equipo, pero tiene muy buena capacidad para sacar el balón jugado y esquivar presiones altas, algo que David López no puede hacer regularmente. En Segunda División hay muchos equipos que ceden el balón por defecto, pero en Primera, a excepción de algún caso muy concreto como el Cádiz, suelen morder arriba casi todos. Entre Manu y Darder, ambos en la base, deberían remediar una carencia que se lleva arrastrando durante mucho tiempo.
Variedad por dentro
Yangel Herrera puede ser un comodín muy aprovechable. De media punta, por delante del doble pivote, para aprovechar su llegada y ayudar a Raúl de Tomás, además de tener más libertad para iniciar la primera presión, sabiendo que el ‘killer’ del Espanyol no destaca por su trabajo sin balón. En el Granada ya desempeñó este rol en más de una ocasión. Del mismo modo, el venezolano también puede actuar más abajo junto a Morlanes y mandar a Darder más arriba, como ya hemos visto en numerosos partidos y con distintos entrenadores, a pesar de no ser su rol más natural. Todo dependerá también del rival y de los mecanismos de presión que se planteen según sus características.
Para terminar, y no menos importante, la aportación de Keidi Bare, Melendo o Fran Mérida también cobra más sentido con esta estructura. Su participación, especialmente la del albanés, gana enteros si Vicente Moreno decide juntar a tres o cuatro centrocampistas. En partidos donde el Espanyol tenga serias dificultades para discutir el balón a su rival, puede ser una opción muy válida para cimentar el centro del campo junto a Yangel Herrera y liberar a uno de los jugadores creativos del equipo para lanzar al equipo en transición.
Lo cierto es que la plantilla del Espanyol ha ganado más competitividad y recursos. Un once titular que gana flexibilidad y permite cambiar el discurso y adaptarse en función de las necesidades.
Plantilla muy larga y con variedad de perfiles
La Dirección Deportiva perseguía en este mercado una confección larga de la plantilla. Una vez cerrado el mercad de fichajes, el Espanyol tiene las 25 fichas profesionales ocupadas. Incluso el dorsal ‘21’, que parecía quedar libre durante el curso, ha sido heredado por Nico Melamed. De este modo, Vicente Moreno dispone de jugadores suficientes como para doblar posiciones en todas las áreas del terreno de juego. El centro del campo es la zona que presenta más variedad de perfiles, hasta siete, junto con la delantera, formada por cuatro jugadores más otras alternativas que pueden ocupar también los costados. Ahora es tarea del técnico ordenarlas y potenciarlas de la mejor manera posible.
Buen análisis Joan,
Una pregunta, como puede encajar Melendo en u 442?
Gracias
no puede
Independientemente de lo que pase en el futuro y el poco patrimonio que se puede generar, a día de hoy tenemos una muy buena plantilla para esta temporada. Yo la hubiera firmado con los ojos cerrados.
Espero que no nos defrauden.
Personalmente, el resultado global del mercado es un aprobado justo. Creo que había mejores jugadores libres que los que han llegado y que la apuesta por el "rendimiento inmediato" ha condicionado en demasía la confección de la plantilla. Ni Aleix, ni Gómez, ni Loren suben el nivel competitivo de la plantilla y son meros complementos o fondo de armario, además de – como comentas – su escasa repercusión en cuanto a revalorización y posibles traspasos. Así, Yangel y Morlanes, que sí creo que acabarán como titulares o teniendo un rol importante este año, se marcharán cuando acabe la temporada y a reconstruir de nuevo un centro del campo que sigue siendo nuestro talón de Aquiles.
Por otra parte, no entendí que se priorizara un central o un lateral/interior derecho antes que el necesario "6" y que, a última hora, se fiche a un jugador que tampoco es un pivote puro y que, encima, llega lesionado (sin desmerecer a Yangel, que me parece un todoterreno muy interesante).
Añadamos que no hay relevo en la portería y que ambos acaban contrato este año; así que, no entiendo que no se haya apostado por un portero joven y rescindido o traspasado gratis a Oier (gran fichaje de Rufo) porque Joan aún está verde y dudo mucho que el año que viene sea portero del primer equipo. Ese era un movimiento, el del portero joven, que debiera haberse realizado la temporada pasada.
Finalmente, puede que la plantilla sea más amplia, pero, en realidad, el único cambio se produce en el centro del campo, porque el resto no van a ver peligrar su titularidad. Moreno tendrá más variedad si decide jugar con un trivote, quizá eso le empuje a variar el sistema en algunos partidos, porque Darder-Morlanes pueden ser muy importantes a la hora de sacar balón, filtrar pases y construir, algo de lo que carecimos el año del descenso y que tampoco fue nuestra principal virtud el año en Segunda.
Salut, Joan.