El Espanyol afronta su última semana de una pretemporada que ha tenido muchos obstáculos. Desde la falta de fichajes a la cantidad de lesiones, Quique Sánchez Flores ha trabajado durante algo más de un mes -en la Dani Jarque, Indonesia y Alemania– bajo un descontento que ha ido a más y que se pudo ver reflejado en sus declaraciones tras el duelo ante el Nápoles. En cuanto a juego, el equipo ha repetido los automatismos de la pasada campaña y ha logrado buenos resultados, como la brillante victoria ante el Borussia Dortmund (0-1). El fútbol practicado por los blanquiazules ha generado un gran ambiente en el equipo, aunque la falta de refuerzos y los bajas han hecho que el míster haga muy pocos cambios de un duelo a otro.
David López y diez más
Si algo ha quedado claro en esta pretemporada es que David López es clave en este equipo. El de Sant Cugat es esencial en el esquema de Quique y su ausencia en los dos últimos duelos por molestias se ha notado en exceso: los tres goles que ha encajado el equipo en la pretemporada han llegado sin él en el campo.
Otro de los aspectos más positivos de la preparación es que hemos podido ver que Leo Baptistao y Gerard Moreno, dos más indispensables en este equipo, están en gran forma y tienen una gran conexión. El hispanobrasileño es, con tres goles, el máximo realizador de la preparación junto a un Granero que se estrenó con la blanquiazul anotando un doblete frente al Persija. Mientras, Gerard se perdió los partidos contra Olot, Borussia Dortmund y Twente por lesión y ha sido uno de los destacados en ataque, como no podía ser de otro modo.
Destacable es también el estado en el que ha vuelto de las vacaciones Jurado, muy enchufado. El gaditano ha dejado detalles de auténtico crack en casi todos los duelos que ha disputado, siendo uno de los mejores un espectacular eslalom ante el Olot, en el que dejó atrás a varios rivales para adentrarse en el área con una facilidad pasmosa; solo el portero pudo pararlo.
La estrella de Piatti -gol ante el Dortmund en el primer balón que tocó-, la magia de Melendo o el incombustible Aarón, que lo ha jugado prácticamente todo, otro de los puntos agradecidos de esta parte de la campaña.
Sorpresa ‘hermosa’
Llegaba de jugar en Segunda B con el Castilla y desde el primer día compartió el eje de la zaga con David López, aunque fue más por necesidad que por méritos propios. De todos modos, Mario Hermoso demostró desde el primer minuto que la dirección deportiva no se había equivocado con él y quitando alguna acción puntual -en el duelo ante el Hamburgo le ganaron en varias ocasiones la espalda y el segundo gol del Nápoles llegó por un error suyo en el marcaje-, se trata de un buen refuerzo. Un poco verde, le vendrá bien aprender de David López y Naldo, aunque tiene madera para ser un buen central. Aún así, todo indica a que los dos defensas citados partirán con ventaja.
Granero y Sergio García son los otros dos refuerzos. El ‘Pirata’ ha ido a menos tanto en juego como en minutos -hay que tener en cuenta que se perdió un duelo por lesión-, aunque ha demostrado que puede aportar mucho a este Espanyol partiendo desde la izquierda y yéndose hacia el centro, dejando así todo el carril zurdo para Aarón Martín a la hora de atacar. Por su parte, a Sergio García le está costando coger el ritmo en su regreso a casa y de momento se han visto más buenas intenciones que otra cosa por parte del de Bon Pastor.
La cantera al poder
Quique ha demostrado tener mucha fe en el fútbol base perico llevándose a nueve futbolistas de la casa a la pretemporada del primer equipo. Edu Frías, Adri López, Pipa, Royo, Álex López, Lluís López, Pol Lozano, Puado y Pibe han sido los elegidos, debutando todos ellos a excepción de Álex. Algunos lo han hecho con mejor pie que otros, como es el caso de Adri López, portero juvenil que se comporta como un auténtico veterano y que fue MVP ante el Hamburgo, o Javi Puado, que marcó contra el Olot y mostró maneras.
Un equipo veloz
Quique Sánchez Flores sigue confiando en el modelo de juego que implantó el curso pasado. El equipo se siente cómodo sin balón y, excepto los duelos en los que fue claramente superior ante Persija y Olot, en todos los demás ha sido el rival el que ha llevado las riendas del encuentro. La consigna es clara: presión alta -la cual comienza por los delanteros- para recuperar el balón rápido y salir velozmente a la contra. La cantidad de lesiones y la lentitud a la hora de fichar a las peticiones del entrenador por parte de la dirección deportiva ha hecho que el preparador perico no pueda trabajar como a él le hubiera gustado, aunque el ADN de este Espanyol no cambia independientemente de los jugadores que estén sobre el césped.