Al Espanyol le pasó lo que nunca te puede pasar en un derbi, que te marquen en el primer minuto. Pero los blanquiazules se sobrepusieron a la grande. Le dieron la vuelta al marcador y acariciaron el triunfo. Pero después le sucedió lo que no te puede suceder nuca, que te empaten en el último suspiro. Gran mazazo en el descuento que impidió que los blanquiazules lograran el primer triunfo en un derbi en el RCDE Stadium.
Vicente Moreno volvió a modificar su apuesta táctica y cambió a los ‘jugones’ para meter más cemento armado en el centro del campo con la entrada de Keidi Bare y Yangel Herrera. Pero el partido no empezó nada bien. No habían transcurrido ni dos minutos cuando el Barça se adelantó en el marcador. Un centro de Alba lo remató Pedri solo en el segundo palo al fondo de las redes. El canario le ganó la espalda a Cabrera. Tremendo jarro de agua fría para los pericos, pero que, pese a dejar momentáneamente helado a todo el espanyolismo, no hizo bajar los decibelios del estadio. La afición no se durmió. Consciente que el equipo le necesitaba aún más siguió apretando. Alentando. Rugiendo como en los mejores momentos. Estos gritos de ánimo ayudaron a que el equipo no se viniera abajo. Y en el 6’ De Tomás avisó con un remate desde la frontal que salió demasiado cruzado. El arranque del partido tenía mucho ritmo y el Espanyol debía arriesgar. Tocaba ser valiente y no sufrir despistes como en el gol. Y una nueva indecisión pudo ser la sentencia. Ferran estuvo cerca de aprovechar una salida de balón entre Diego López y Keidi Bare. Arriesgaron mucho en el pase.
Desde el primer minuto se vio sobre el verde la tensión del derbi. El duelo era muy exigente y, algunas decisiones arbitrales empezaban a desquiciar a los blanquiazules. Pero poco a poco, pese a que la posesión se decantaba del lado culé, las aproximaciones pericas empezaban a poner en mayor compromiso a la defensa de Xavi que tenía que emplearse a fondo para sacar dos grandes centros de Darder y Araujo cortó un autopase de Pedrosa que le hubiera permitido encarar a Ter Stegen. Pero cuando mejor parecía estar el Espanyol, ya que el Barça pese a tener el control no creaba peligro, Diego López evitó el segundo al sacar un trallazo de Adama.
Golazo de Darder
El duelo estaba vibrante. Ninguno renunciaba al gol. Y en la recta final los de Vicente Moreno lograron la igualada. De Tomás controló un pase largo, aguantó el envite, levantó la cabeza y vio la incorporación de Darder. Se la cedió en la frontal del área para que el ‘10’ perico se sacara un tremando derechazo que hacía inútil la estirada del meta alemán. El Espanyol, que fue cogiendo el pulso y nunca le perdió la cara al partido, encontró premio en los últimos compases del primer tiempo.
La intensidad no bajó en el inicio del segundo tiempo. Había tensión. Y en el 55’ Cornellà celebró como un gol la anulación de un gol de Gavi que supo aprovechar una gran indecisión entre Aleix Vidal y Sergi Gómez. El VAR le daba vida al Espanyol. Y la grada volvía a apretar.
El Espanyol empezaba a recular un poco ante el empuje del Barça. Pero en un chispazo se puso por delante. Darder controló un balón en el centro del campo, levantó la cabeza para encontrar un boquete entre Eric y Dest y ponerla para que entrara RDT, quien tras controlar superó a Ter Stegen en el mano a mano. Y, poco después, con la confianza por las nubes el pichichi perico buscó el tercer con un remate lejano. El Espanyol llegaba mejor a la recta final. Pero le tocó sufrir. Y lamentarse, ya que en el descuento llegó el empate.