Venía de caer los últimos tres partidos y Osasuna aparecía como un salvavidas en medio de un océano muy agitado. Pero este Espanyol, que ofreció dos caras muy distintas, es frágil e inconsistente en exceso, tanto que ya no sabe ganar. Solo la reacción en el segundo tiempo, en el que ofreció una cara muy distinta a la del primero, evitó otra gran decepción. Pero sigue sabiendo a poco. Los blanquiazules salvaron un punto gracias a un gol de Nico Melamed que fue insuficiente para certificar la salvación matemática.
Vicente Moreno apuntó en la previa del partido que el incidente con De Tomás en el Bernabéu no le iba a influir a la hora de confeccionar el once, pero Raúl de Tomás se cayó de él. Una decisión que podría considerarse justa por la dinámica interna del vestuario, pero muy criticada por la afición. Y más cuando el equipo necesitaba ganar para certificar cerrar el campeonato, ya que afrontaba el encuentro en un ambiente muy hostil.
Ambos equipos llegaban al partido con dinámicas y estados anímicos muy distintos, y pronto quedó patente en el verde. Osasuna salió con más confianza y en los primeros diez minutos ya llegó en cuatro ocasiones a las inmediaciones de Diego López. Pese a ese dominio inicial pamplonica, las primeras ocasiones claras fueron para el Espanyol. En el 10’ Darder remató a las manos de Herrera y en el 14’ Vilhena disparaba ajustado al palo. Pero estos chispazos no tuvieron continuidad. Los de Arrasate jugaban con mucho criterio, tocando el esférico y esperando el momento para encontrar un hueco y romper líneas. Y en una de sus llegadas, Budimir sacó a relucir su calidad. Recibió un pase al espacio, recortó y se la intentó sorprender al meta perico.
La intensidad era distinta y esto hacía que el conjunto rojillo estuviera mucho mejor. La posesión era total y el Espanyol se limitaba a que le llegara algún balón a Darder para que este montara la contra. Y en una acción aislada, Aleix metió un pase en profundidad para Puado, se fue de Aridane, pero Herrera salió con todo y con la cara desvió el esférico.
Un nuevo error mortal
El Espanyol no estaba fino, pero no estaba cometiendo fallos de bulto. Pero cuando lo hizo fue mortal. Aleix perdió incomprensiblemente un balón en el centro del campo, Budimir se lo llevó, se sacó un perfecto pase al hueco para el desmarque de Kike Barja y éste, de primeras, la levantó con mucha clase por encima de Diego inaugurando el marcador. Un gran gol que hacía que la grada se manifestara con gritos de ‘fuera, fuera’ y ‘Vicente vete ya’. Cánticos que volvieron a repetirse poco después al finalizar el primer tiempo bastante decepcionante en el que el equipo quedó en evidencia sin RDT.
El segundo tiempo, con RDT y Melendo, empezó más abierto. El Espanyol llegaba más a las inmediaciones de Herrera, aunque fue Budimir el que tuvo el gol. El ariete se entretuvo y perdonó el segundo. Y esto dio ciertas alas al conjunto perico que se fue animando. Puado tuvo el empate con un remate ajustado en el 60’. El que no falló fue Nico. El canterano controló en la frontal, recortó y se sacó un derechazo que sorprendió al meta visitante. Golazo que metía al Espanyol en el partido y le daba confianza. Los blanquiazules, tras varias jornadas con muchas dudas, sacaban su orgullo. Empezaban a jugar más liberados. Habían reaccionado. Y la grada dejó los pitos para animar al equipo. Todos empezaron a creer en la remontada y el conjunto de Vicente Moreno se hizo con el control del partido. Y esta estuvo cerca: en el 89’ RDT tuvo el segundo, pero la defensa despejó el esférico. No acertaron con el segundo, algo que sí hizo Diego para evitar el gol de Osasuna en el descuento.
Ficha técnica
Espanyol: Diego López; Aleix Vidal, Calero, Sergi Gómez, Cabrera, Tonny Vilhena (Nico Melamed, 63′); Yangel Herrera, Morlanes (Melendo, 46′), Darder; Wu Lei (Raúl de Tomás, 46′) y Puado (Embarba, 88′).
Osasuna: Herrera; Ramalho, Aridane, David García, Juan Cruz, Manu Sánchez; Javi Martínez (Oier, 63′), Moncayola, Brasanac (Lucas Torró, 73′); Kike Barja (Chimy Ávila, 73′) y Budimir.
Goles: 0-1, Kike Barja (42′); 1-1, Nico Melamed (67′).
Árbitro: Jaime Latre (comité aragonés). TA: Tonny Vilhena (28′) | Brasanac (62′), Manu Sánchez (76′).
Estadio: RCDE Stadium. 18.903 espectadores.