Esto es un drama. Y muy preocupante. Con esta frase se podría resumir lo vivido en el RCDE Stadium. Otro mal partido del Espanyol, sin intensidad ni actitud, propiciaron un nuevo ridículo del conjunto de Vicente Moreno que fue incapaz de superar a un rival que llevaba 13 partidos sin ganar. El equipo no estuvo a la altura y ya llueve sobre mojado. Ni el VAR, que concedió un gol dudoso al Rayo, puede justificar una imagen tan lamentable. Se repitió una historia vista durante varios momentos esta temporada y la afición dijo basta. Pidió cabezas.
El Espanyol tenía varios acicates ante el Rayo. Para empezar, vengarse de un rival que le había ganado los últimos tres partidos y después seguir con su buena dinámica de resultados en casa con el objetivo de firmar el mejor registro de puntos en el RCDE Stadium desde que inauguró su nueva casa en 2009. Pero ni eso fue suficiente. El partido empezó con imprecisiones en ambos equipos que parecían contagiarse del desangelado ambiente que se vivía en las gradas. Isi fue el primero en avisar con un remate desviado en el 7’, mientras que De Tomás pidió penalti, al caer entre varios rivales, después de que Pedrosa recuperara un balón en la frontal del área rival.
El conjunto de Iraola estaba más incisivo en la presión, llegando a botar cuatro saques de esquina en el primer cuarto de hora. El Rayo, que era el peor equipo del campeonato a domicilio, estaba llegando algo más, aunque el ritmo de ambos equipos se mantenía lento. Pedrosa lo intentó desde fuera del área en la mejor llegada blanquiazul en la primera media hora. A los de Vicente Moreno les estaba costando superar la línea de tres cuartos. No acababa de combinar, ya que Darder estaba apareciendo muy poco. Cuando el balear no es protagonista, el equipo se resiste mucho. Pero en una llegada aislada Puado estuvo cerca de sorprender a Dimitrievski. El ‘9’ se internó por la banda y su centro-chut raso estuvo cerca de colarse junto a la cepa del palo corte, donde el portero macedonio metió una mano salvadora para evitar el gol. Cuando parecía que el Espanyol empezaba a tener algo más de control, el conjunto vallecano golpeó con suspense. En una segunda jugada, tras una falta lateral, Catena la peinó y Guardiola, que apareció detrás suyo, la remató de primeras. Diego no estuvo muy acertado. El balón entró, pero Mateu Lahoz no señaló el centro del campo. La sala VOR revisó la acción, pero finalmente concedió el gol. Guardiola y el VAR tenían que ser. El Rayo se fue al descanso con ventaja, aunque De Tomás pudo evitarlo en el último suspiro, pero su remate salió lamiendo la base del palo.
Sin capacidad de reacción
El Espanyol necesitaba dar un paso adelante para evitar que se le escapara la victoria, aunque fue el Rayo el que pudo volver a marcar. Guardiola no llegó por muy poco al centro de Fran García cuando estaba solo en el área pequeña. Los de Iraola estaban más enchufados. Y en el 60’ Álvaro mandó un trallazo a la madera. Tuvieron el segundo en una acción en la que atacaron sin encontrar ninguna resistencia. Aparecían los pitos en las gradas y los nervios en el césped. El Espanyol seguía sin reaccionar. Era incapaz de generar peligro y sufría con las contras rayistas. La circulación del balón era muy lenta en el conjunto perico, mientras que los vallecanos gestionaron muy bien su ventaja y buscaron la sentencia en una contra. El marcador no se movió y la afición, cansada de tanto despropósito, estalló pidiendo dimisiones.
Ficha técnica
RCD Espanyol: Diego López; Aleix Vidal, Calero, Cabrera, Pedrosa; Keidi Bare (Embarba, 46′), Yangel Herrera (Morlanes, 80′), Sergi Darder, Puado (Loren Morón, 80′), Vilhena (Nico Melamed, 65′); Raúl de Tomás,
Rayo Vallecano: Dimitrievski; Mario Hernández, Maras, Catena, Fran García; Óscar Valentín, Comesaña (Unai López, 74′), Isi, Trejo (Ciss, 65′), Álvaro García; Sergi Guardiola.
Goles: 0-1, Sergi Guardiola (42′).
Árbitro: Mateu Lahoz (comité valenciano). TA: Embarba (50′), Aleix Vidal (86′), Cabrera (92′), Calero (94′) | Trejo (40′), Mario Hernández (46′), Comesaña (57′), Fran García (76′).
Estadio: RCDE Stadium. 11.873 espectadores.
