Estas son las notas de la victoria del Espanyol ante la Real Sociedad. Un gol de Yangel Herrera en el tramo final del partido permitió a los perico ganar un partido que pudo decantarse para cualquiera de los dos equipos.
Atareado. En la línea mostrada en los últimos partidos, se puede decir que con sus paradas salvó al equipo. Espectacular la mano a disparo de Le Normand.
Desubicado. Sigue pidiendo a gritos que lo saquen del lateral. En varias ocasiones su banda fue un carril taxi para los atacantes del cuadro donostiarra.
Implicado. Apenas dejó respirar a Sorloth, al que desquició, y estuvo atento en todas y cada una de las acciones en las que le tocó intervenir. La más clara y en la que salvó el empate, un centro raso en el que Oyarzábal ya estaba con la caña preparada; se cruzó para evitar el remate y el gol casi seguro del ‘10 de la Real Sociedad. Se mostró calmado cuando el partido se volvió loco y esa es, quizás, una de sus características más destacadas y necesarias para un Espanyol que ya sabe sufrir.
Carácter. Sabe de sus limitaciones, pero defender se le da de maravilla y volvió a estar a un alto nivel. Un auténtico frontón en la zaga y una lapa en el marcaje.
Envalentonado. Estuvo muy cerca de plantarse solo ante Remiro en una jugada individual. Sigue creciendo en defensa; estuvo a un alto nivel. ¡Renuévenlo ya!
Guerrero. Volvió al once tras sus problemas físicos y demostró la garra de siempre, pero se fue apagando. Después del descanso desapareció.
Tapado. Los rivales no le dejaron respirar y apenas encontró espacios con el balón en los pies. Estuvo algo lento cuando entró en contacto con el cuero.
Ascendente. Perdió varios balones y trató de recuperarlos, siempre con falta, pero mejoró en el tramo final. Se estrenó como goleador con la diana del triunfo.
Intermitente. Muy poco de un jugador que debe ser desequilibrante, pero últimamente ya estamos acostumbrados a ello. Para colmo, no ayuda en defensa.
Notable. El mayor peligro perico en la primera mitad, tuvo dos grandes ocasiones. La mejor versión de Puado, esa que este curso aún no habíamos visto.
Laborioso. Ayudas en defensa cubriendo las zonas que quedaban libres, en ataque apenas le dejaron maniobrar. Se bajó al barro.
Recuperado. Un error quue casi paga caro, pero recuperó el balón en el gol.
Necesario. Atrevido en ataque y echando un cable en defensa.
Lento. Se adelantó demasiado el balón ante Remiro.
Regreso. Primeros minutos de la campaña.
Aceptable. Cumplió con su cometido.
Reservón. Tras una primera mitad de menos a más con el rival dominando, no movió el banquillo hasta que la Real Sociedad tuvo tres ocasiones claras. Confía demasiado en las individualidades.