Cuando al fútbol, y al deporte en general, le quitas la emoción de lo que implica un resultado, suele pasar lo que se vio ayer en el RCDE Stadium, que un duelo que en otro momento podría ser atractivo se convierta en algo aburrido. Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma, y tras las destituciones de los máximos responsables deportivos, ayer hubo calma. Fue una tarde algo triste, posiblemente de despedidas, y la sensación que queda es que este Espanyol tiene los cimientos deportivos bastante tocados. La revolución deportiva debe tener continuidad en la plantilla, ya que una parte no ha respondido como el club se merece.
La era post Rufete y Vicente Moreno empezaba con la interinidad de Luis Blanco en el banquillo. Sin tiempo para introducir si filosofía, ante tantas bajas en el equipo, el técnico se decantó por actuar con tres centrales, una apuesta que este año ha utilizado en los partidos de fuera de casa con el Espanyol B. Con muy poco ambiente en las gradas, el duelo empezó con doble susto. En el 3’ Gayà botó una falta lateral, Diego evitó el remate de Cömert, pero su muslo golpeó con el cuello del suizo. Dos sustos en un suspiro que, por suerte, solo quedaron en eso.
Mucha calma
Al partido le faltaba intensidad. El cambio de técnico no fue un revulsivo para que algunos jugadores quisieran lavar su imagen y el Valencia se adueñó del partido. Los de Bordalás iban creciendo en ataque, pero no estaban acertados en la finalización de la jugada. En el 11’, Diego López sacó una mano tras un disparo de Marcos André y en el 18’ Sergi Gómez estuvo providencial sacando un remate desde dentro del área tras una gran acción de Foulquier por la derecha. El Espanyol solo existía en tareas defensivas. No aparecía en ataque y Sergi Darder tenía que bajar bastante para intentar empezar las acciones ofensivas. Precisamente, en una acción, el ‘10’ condujo el esférico hasta la frontal; no encontró desmarque y se la jugó con un disparo flojo que detuvo Cillessen. El Valencia era el amo del partido y el público empezaba a impacientarse.
Minutos movidos
El partido cayó en una fase anodina y no se animó hasta la recta final del primer tiempo. En el 36’ una gran combinación entre Carlos Soler y Thierry Correia acabó con un centro del lateral que Maxi remató al fondo de las redes. Con el gol en contra, el Espanyol no bajó los brazos. En el 43’ Puado veía como le anulaban un gol por un fuera de juego muy justo y en el 45’, De Tomás aprovechó un perfecto pase de Rubén Sánchez para empatar el partido.
El segundo tiempo arrancó sin cambios en ninguno de los conjuntos. Y lo que tampoco cambió fue el decorado del encuentro. Sin buenas ocasiones de gol, la más clara estuvo en un disparo de Puado, que se iba muy desviado, pero que impactó en De Tomás y lo desvió hacia el marco valencianista saliendo un poco alto.
Las llegadas con las que acabó el primer tiempo desaparecieron y Diego López evitó el segundo, tras una error de Darder; Thierry le robó la cartera al balear, el portero sacó su remate y David López se lanzó para sacar un peligroso balón muerto. Y el capitán volvió a ser protagonista poco después al dejar el terreno de juego. Sus aplausos y lágrimas sonaron a despedida. Como posiblemente los gestos de Diego López o Melendo. El RCDE Stadium cerró sus puertas hasta la próxima temporada, justo la semana que el club cerraba una etapa deportiva.
Ficha técnica
Espanyol: Diego López; Rubén Sánchez, Sergi Gómez, David López (Dídac Vilà, 87′), Leandro Cabrera; Darder, Fran Mérida (Villahermosa, 68′), Óscar Melendo (Nico Melamed, 58′), Tonny Vilhena (Jofre Carreras, 89′); Javi Puado (Embarba, 68′) y Raúl de Tomás.
Valencia CF: Cillessen; Thierry Correia, Foulquier, Cömert (Musah, 66′), Alderete, Gayà; Carlos Soler (Bryan Gil, 74′), Racic (Guedes, 74′), Ilaix Moriba; Maxi Gómez (Domínguez, 89′) y Marcos André (Cheryshev, 74′).
Goles: 0-1, Maxi Gómez (37′); 1-1, Raúl de Tomás (45′).
Árbitro: Muñiz Ruiz (comité gallego). TA: Fran Mérida (3′), Raúl de Tomás (45′), Darder (70′) Dídac Vilà (92′) | Alderete (91′).
Estadio: RCDE Stadium. 14.990 espectadores.