La vuelta de la afición hipermotivó a un Espanyol que dio la talla ante el campeón de la Europa League. Lejos de amilanarse, planteó un partido en el que se adueñó el papel de protagonista y se vació en busca de un gol que se resistió a llegar. La celebración no fue completa, faltó la guinda.
583 días después, el RCDE Stadium volvió a cobrar vida, acogió a su bien más preciado; a la afición. A una pericada que lo retomó donde lo dejaron, en Primera división. Y el equipo no defraudó.
¡Menudo arranque!
La gente y sus aplausos fueron gasolina para un Espanyol que salió al 200%, acelerando y protagonizando dos jugadas de peligro consecutivas. Saque inicial, balón en largo a Embarba, éste la puso en el área pero ni Dimata ni Puado impactaron con el cuero en zona de castigo por un milímetro. Y sin dar tregua Raúl de Tomás se topó con Rulli, que detenía en dos tiempos, una intentona que volvía a nacer de un centro exquisito de Embarba. Un ‘23’ que estaba inspirado y que levantó a la gente de sus asientos a los cinco minutos de juego con un lejano y potente libre directo que salió lamiendo la escuadra de la meta de Rulli.
Se estaba gustando el Espanyol avasallando a un Villarreal al que le costaba salir y que reaccionaba solo con desplazamientos largos buscando a un Gerard Moreno que cada vez que está cerca del balón o conecta con él es el foco de todas las miradas. Estaba muy dinámico el Espanyol en ataque, el partido muy intenso. Y no era hasta el minuto 14cuando los visitantes llegaban con cierto peligro tras jugadón de Foyth, que centró pero no encontró rematador. El balón se paseó por delante de la meta de Diego. Animaba el público en el RCDE Stadium. Los cánticos eran reales, los aplausos también… Lejos quedaban ya esos sonidos enlatados.
Ritmo trepidante
¡RDT! En el minuto 18 la volvió a tener el delantero perico. Caramelito de David López y gran desmarque de Raúl de Tomás, pero se topó con Rulli. Y esa acción inoculó más nervio todavía a un Espanyol, que ejercía una presión muy intensa y encerró al Villarreal en su área durante tres acciones seguidas. Se estaba viendo a un Espanyol proactivo, sin contemplaciones, atrevido. Se estaba gustando. Propiciaban un “muy bien” de Vicente Moreno en el banquillo. En cambio, en casa del vecino, la cara de Emery era un poema.
Rulli le dijo no a RDT. #LaCasadelFútbol pic.twitter.com/sY18kqqDEy
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Tras la pausa de hidratación pegó el Villarreal, pero Diego López estuvo providencial para evitar males mayores ante Alberto Moreno. Bajó un poco el ritmo, las llegadas a las áreas aflojaron un poco, pero en el 43’ el Espanyol protagonizó otra ocasión clarísima comandada por Embarba, pero a la intentona le faltó quien la rematara. Ni Puado ni RDT atinaron y, con un Villarreal que les acabó poniendo contra las cuerdas, se llegó al descanso tras una primera parte a la que solo le faltó el gol. El resto, para enmarcar por parte de un Espanyol con actitud en mayúsculas. Este es el equipo que la afición quiere ver, por el que paga religiosamente su abono.
Tras el tiempo de asueto el Espanyol, que perdía a Pedrosa por lesión, ya volvió a protagonizar peligro, en este caso desde las botas de un RDT que volvió a toparse con un inspirado y providencial Rulli. No dejaba de bombardear centros el cuadro perico buscando rematador. Se animaba el estadio. El Espanyol estaba fino en todas las facetas. En el minuto 50, Cabrera estaba imperial achicando peligro, todo estaba saliendo a pedir de boca, pero el gol se seguía resistiendo.
Raúl de Tomás vio puerta, pero se lo anularon por manos previas. Cada vez se acercaban más. Y una rosca perfecta de RDT dos minutos más tarde rozó madera. ¡No había manera! Mientras, el Villarreal trataba de sacar petróleo a balón parado y a la hora de juego Capoue exigía al de Paradela.
RDT, calibrando la mira. #LaCasadelFútbol pic.twitter.com/Jey2xRWHiG
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Movía el banquillo Vicente Moreno para aportar frescura arriba mientras la medular empezaba a fundirse. Llegaban los errores, las pérdidas… Tocaba centrarse para no tirar tanto esfuerzo por la borda. Cerrarse un poco y esperar el momento para dar el zarpazo mortal.
¡Imperdonable RDT! A 20 minutos para el final, y con Wu Lei solo, el ansia le pudo y prefirió rematar sin ángulo que cederla. Ahí pudo estar el triunfo. Y al lateral de la red la mandó Dia como respuesta. El partido iba muriendo y la fortuna no se dignaba a hacer acto de presencia pese a que el Espanyol no se cansaba de invocarla. Locura en el minuto 94, Embarba al travesaño y gol anulado a Wu Lei y final. Empate que mereció ser mucho más para un Espanyol que fue puro espectáculo.