El Espanyol, a diferencia de la jornada pasada, no quiso desperdiciar una gran ocasión para dar un paso de gigante en su objetivo de alcanzar la salvación. Los blanquiazules, que saltaron al campo conociendo todos los resultados de los equipos implicados en la parte baja de la tabla, no fallaron. Sabían que si ganaban, tenían media salvación en el bolsillo. Los triunfos de Las Palmas y Sporting de Gijón, dos conjuntos de la parte baja de la tabla, eran el mejor aviso para recordar que el partido era una nueva final. El objetivo está cerca, pero no se pueden bajar los brazos, ya que nadie regalará nada.
En racha con el Athletic
El Espanyol, en su primera remontada este año en casa (con anterioridad había dado la vuelta al marcador en Anoeta y El Molinón), superó a un Athletic que ha sido incapaz de ganar en las últimas 18 visitas en liga al feudo perico. Impresionantes registros. Con este 2-1, se da la curiosidad que las últimas nueve derrotas bilbaínas, entre Montjuïc y Cornellà, han sido por la mínima.
El Espanyol, con este triunfo, enlaza dos victorias en casa por primera vez en esta temporada. Los de Galca dieron un golpe sobre la mesa y, a ocho jornadas para el final del campeonato, abren brecha con los puestos peligrosos. Por primera vez este curso, cierran una jornada a siete puntos del descenso. El trabajado triunfo fue una gran alegría para todo el espanyolismo. Y más por la manera en que se logró. Remontando ante un rival europeo que aún aspira a la cuarta plaza.
Con los pies en el suelo
Pese a la euforia que se vivió en las gradas y en el vestuario, la plantilla tiene muy claro que aún no se ha logrado nada. Saben que, pese a que el año pasado la salvación estuvo en 35 puntos, no se pueden permitir la relajación, ya que aún no está lograda. La frase más repetida es que ahora hay que disfrutar esta semana, para en la siguiente centrarse en lograr los tres puntos en La Rosaleda, que ya sería un paso casi definitivo.
El equipo ha pasado por momentos complicados y ahora empieza a recoger los frutos del trabajo en silencio. En los últimos seis partidos ha logrado 13 puntos sobre 18, lo que no solo ha servido para alejarle de los puestos peligrosos, sino también para acercarle a la octava plaza que está a solo cuatro puntos. Y precisamente esta la ocupa el Málaga, el próximo rival de los blanquiazules. Pero la plantilla, de momento, no quiere mirar tan arriba e insiste en que el primer objetivo es lograr la salvación, y para eso aún hay que lograr algunos puntos.
La reacción del equipo, hace que Galca, en las 15 jornadas que lleva en el banquillo, sume un punto más que Sergio en las quince primeras: 18 puntos contra 17. Y eso que estuvo casi sentenciado.