Llega por fin el momento de despedir el 2020, uno de los años más convulsos de la historia, y dar la bienvenida a un 2021 en que toda la Humanidad confía en recuperar una normalidad que le ha sido robada por un maldito virus que ha afectado con contundencia a todos los ámbitos de la sociedad. No ha sido ajeno al mismo el ámbito del deporte y en concreto el Espanyol, para el cual las buenas noticias han sido una excepción al menos durante buena parte del año. A la entidad blanquiazul le ha tocado vivir 12 meses absolutamente atípicos, tanto en el plano deportivo como en el extradeportivo; realmente, pocas veces por no decir que ninguna en sus 120 años de historia el club ha vivido unos tiempos tan agitados y plenos de contratiempos, y lo que resulta más curioso es que todo ello ha sucedido cuando poco antes se empezaba una campaña que tenía que ser histórica con unas perspectivas particularmente ilusionantes, tanto por el hecho que 12 años después se volvía a jugar competición europea como por la decisión de Chen Yansheng de dar un empujón casi definitivo en su plan de saneamiento del club.
Resúmen 2020: el año comienza con un nuevo técnico, Abelardo
Efectivamente, el Espanyol disputaba la temporada 2019-20 una competición continental doce años después de la última experiencia europea. Lo hizo gracias a un rush final de curso magnífico, excepcional, en que el equipo que lideraba Rubi consiguió en la última jornada la séptima plaza que daba billete continental. La alegría duró muy poco, y tras un mercado muy agitado comenzando por la marcha del entrenador y siguiendo por las ventas de Mario Hermoso y Borja Iglesias, dos de las piezas más importantes del equipo que a pesar de la importante inversión hecha, la más importante en un mercado hasta aquel momento, no se cubrieron con acierto. Mientras se iba salvando con relativa tranquilidad la fase previa de la competición europea, en buena medida por la debilidad de los rivales, en la Liga el equipo que lideraba el elegido para la banqueta David Gallego no empezó nada bien y sólo aguantó en el cargo hasta el 7 de octubre y poco más su sucesor Pablo Machín, al que se cesó después del último partido del 2019 en Leganés.
Un mercado histórico de récord con 40 millones de gasto
2020 empezaba así con nuevo entrenador, Abelardo, al que se encomendó el objetivo de la permanencia. La mala planificación deportiva obligó además a hacer una inversión récord en enero para dotar de más y mejores efectivos al asturiano: desde los despachos de Cornellà-El Prat, ante la perspectiva de lo que supondría un descenso de categoría, dieron una vez encima de la mesa en enero gastando 40 millones de euros en aquella ventana con la contratación del delantero Raúl de Tomás, el centrocampista Adri Embarba, el central “Lele” Cabrera y el portero Oier. Con la ayuda de estos hombres el “Pitu”, que cogía el equipo a cinco puntos de la salvación y vive en tres competiciones, empezó con buen pie con un ilusionante y meritorio empate ante el Barça, pero dos meses y medio después cuando se decretó la suspensión de la Liga había tirado Europa League y Copa sin casi competir, y tenía el equipo a seis de la permanencia.
Suspensión de la competición, cese de Abelardo y Rufete al banquillo
Contra todo pronóstico, el conjunto blanquiazul retomó la competición con dos buenos resultados, triunfo ante el Alavés y empate contra los elementos en Getafe, pero dos derrotas ante Levante y Betis propiciaron un nuevo relevo, este bastante sorprendente, puesto que era el acabado de nombrar director deportivo Rufete quién en una decisión bastante cuestionada abandonaba los despachos y se ponía el chándal para dirigir el equipo dejando en manos de la secretaría técnica la planificación del siguiente curso. A pesar de una discreta mejora en las prestaciones los resultados no le acompañaron, algo que sí hizo la polémica por esa poco usual decisión de coger las riendas del equipo.
El alicantino tomaba el equipo a ocho puntos de la salvación que marcaba el Eibar, pero como decimos pese a su deseo no pudo obrar el milagro. El descenso matemático se consumaba además de la peor manera imaginable, con una derrota en el derbi del Camp Nou. Esa quinta bajada a los infiernos era el epílogo a una de las temporadas más tristes y desgraciadas de la historia de la entidad, y servía a tres jornadas del final del campeonato para confirmar que el equipo iba a cerrar los peores registros de su historia.
Chen asume las culpas, y promete volver a Primera
Desde el mismo momento en que el desastre era ya una realidad inevitable, todos los estamentos de la entidad se conjuraban ara recuperar en el plazo de solo un año la categoría perdida. Chen Yansheng, que de ser coronado el anterior verano como el presidente del retorno a Europa y del saneamiento económico de una entidad que recogió en situación de quiebra técnica y con un riesgo real de desaparición pasaba a ser considerado uno de los grandes responsables del 5.º descenso de la historia, emitía al día siguiente del desastre un mensaje en que asumía culpas y confirmaba sus intenciones de redoblar esfuerzos para que ese descenso quedase como un simple accidente y en verano del 2021 los pericos pudiesen reencontrarse de nuevo para celebrar el retorno en la máxima categoría del fútbol nacional. “La mayor responsabilidad del mal resultado deportivo de esta temporada es mía. Por eso, quiero expresar mis más sinceras y profundas disculpas hacia la afición y los seguidores que apoyan y se preocupan por el equipo. Por este motivo tenemos que realizar una profunda autocrítica y reflexión. Al mismo tiempo, promoveremos de forma contundente el profundo desarrollo del club. Confiamos que, a través de los esfuerzos incesantes y del trabajo llevar el club volverá a la máxima categoría, el lugar dónde por historia merece valioso del club. Prometemos heredar y promover la gloriosa tradición de los 120 años del Espanyol, y esperamos la vuelta de un Espanyol más fuerte” explicaba un Chen que dejaba en manos de Durán y de Rufete la reconstrucción del proyecto.
Pese a la erosión en su imagen por las renovaciones de los capitanes pactadas durante el confinamiento y dejar los despachos para asumir el cargo de técnico fue el encargado de poner sobre la terna de candidatos para dirigir el proyecto del ascenso, y bien pronto se supo que el elegido era Vicente Moreno.
Vicente Moreno, el elegido para el reto del ascenso
Al tiempo que trabajaba en un mercado clave en el que había que afinar la puntería con los refuerzos, puesto que el perfil de los futbolistas necesarios para conseguir el ascenso distaba de los que habría que incorporar como estaba previsto para hacer un proyecto a medio-largo plazo en la máxima categoría, se libraba un duro pulso con el Mallorca para lograr hacerse con los servicios de Vicente Moreno. El de Massanassa, un auténtico especialista en ascensos -entre Nàstic y Mallorca, sus dos anteriores equipos, acumulaba tres- y buen conocedor de las diferencias que presenta la Segunda respecto a la Primera división, tuvo peso en las decisiones de mercado. “Tenía muy claro que me quería subir a este carro”, esas fueron las primeras palabras de un Moreno que prometía: “No vamos a esquivar el objetivo, que es el ascenso y ahora hay que centrarse en el día a día y en trabajar muchísimo. Quiero estar en sitios exigentes, marcarme metas importantes, y el Espanyol me da esta posibilidad. Tenemos que devolver al club donde merece estar”.
Un mercado de verano con 8 altas, cinco de ellas fichajes
Moreno también avisó que sería exigente con Rufete a la hora de la confección de la plantilla. Al final se produjeron ocho altas: regresaron tras sus cesiones Javi Puado (Zaragoza), Lluís López (Tenerife) y Álex López (Lugo), mientras que se fichó a Fran Mérida, agente libre tras acabar contrato con Osasuna; Miguel Llambrich “Miguelón”, cedido por el Villarreal con una opción de compra; se ejecutó la cláusula de rescisión de Óscar Gil, que militaba en el Elche -500.000 euros-; se incorporó después de semanas de espera al centrocampista albanés Keidi Bare, procedente del Málaga, que percibió dos millones de euros más uno en variables; y el último en llegar fue el atacante proveniente del Celta Álvaro Vadillo, vía préstamo con una opción obligatoria de compra en caso de ascenso. Por lo que respecta a las bajas, acabaron contrato Iturraspe, Naldo, Jonathan Calleri y Facundo Ferreyra, se llegó a un acuerdo con Víctor Sánchez, Javi López y Andrés Prieto para rescindir sus contratos, se cedió a Víctor Gómez y Moha al Mirandés y se vendió a Pipa al Huddersfield Town a cambio de una cifra cercana a los 700.000 euros más el 20% de una futura transacción y a Marc Roca al Bayern, por unos 10 kilos más variables. Pese a todo, el gran éxito del mercado fue poder retener piezas clave como RDT y Embarba, que se han convertido en dos de los grandes protagonistas de este gran arranque del Espanyol en la competición.
Vicente Moreno va cumpliendo objetivos
Pese a las dudas existentes sobre el proyecto y en la gestión deportiva de Moreno, lo cierto es que los números son el mejor aval del valenciano: la victoria contra el Almería, el mejor equipo que ha pasado por Cornellà-El Prat en lo que llevamos de Liga, demuestra que el camino hecho por el Espanyol está bordeando esa excelencia de la que a menudo habla el preparador. La última victoria del año devolvíá a los blanquiazules al liderazgo aumentando hasta cinco los triunfos consecutivos de un equipo que es el que ha hecho más goles (30), el que más victorias ha conseguido (13) y el segundo menos goleado (9). Pese a todo, en este 2021 que llama a la puerta queda aún por hacer: el Espanyol ha sumado 42 puntos en 19 jornadas y todavía faltan dos partidos para cerrar la primera vuelta, algo que en otros años serviría para tener virtualmente un pie en Primera, pero por ahora sólo da para tener al Mallorca, segundo, a un punto y al Almería a cuatro. Algo que demuestra la extraordinaria la dificultad de la categoría, y la exigencia ante la que se enfrentará el equipo en la primera mitad del venidero 2021.
Pese a las dudas existentes sobre el proyecto y en la gestión deportiva de Moreno (sic).
Líderes con puntuación histórica, equipo con más victorias, máximo goleador, segundo menos goleado, líderes en “juego limpio”, ¿dónde están las “dudas existentes” sobre el proyecto y la gestión deportiva de VM?
¿No saben escribir directamente que los resultados y las estadísticas son muestras del (por fin) buen hacer?, ¿por qué tienen que sembrar antes esa semilla de inseguridad, ese comentario mezquino?
A acabar la primera vuelta con 48 puntos y la liga con 100 o más. Para conseguir eso es para lo que tenemos que empujar todos. To-dos, prensa perica incluida.
Bon any a tots.
vadillo quin fracàs…
El año 2.020 pasará a la historia como un año criminal. Se llevó miles de vidas por un virus, y el Espanyol descendió a segunda. Peor imposible.