La dirección deportiva del Espanyol, con Domingo Catoira a la cabeza, está centrada en el mercado de fichajes. Un portero, un central –César Montes es el escogido– y un extremo izquierdo, prioridades para reforzar al equipo en la próxima ventana de pases. Pero antes de ellos, Diego Martínez tendrá un nuevo jugador a su disposición: Rubén Sánchez.
El canterano, que puede ocupar indistintamente tanto el lateral derecho como el extremo, debería haber vuelto con el resto de sus compañeros en el duelo ante el Elche CF, disputado a mediados del pasado mes de octubre, pero se forzó el regreso de Rubén Sánchez y recayó de sus problemas físicos en el cuádriceps.
Rubén Sánchez fue uno de los jugadores más utilizados por Diego Martínez en pretemporada. La confianza en él del técnico gallego es plena, hasta el punto de que fue titular en el extremo derecho en las primeras tres jornadas ligueras a pesar de ser su primera campaña en la primera plantilla y tener dorsal de filial. Pero en la tercera jornada, ante el Real Madrid, el de la casa notó unas molestias y ya no estuvo en la cuarta jornada ante el Athletic Club en San Mamés.
Regresó al siguiente encuentro liguero contra el Sevilla CF en el RCDE Stadium, ingresando al verde desde el banquillo. Pero a los 12 minutos recayó de sus molestias y se tuvo que retirar del campo; se presuponía que estaría tres semanas de baja, pero se le forzó y la lesión se ha alargado, hasta el punto de que no juega un partido desde ese 10 de octubre.
El jugador debe estar disponible después del Mundial. Rubén Sánchez todavía no se entrena junto al resto de sus compañeros, pero se espera que lo haga a lo largo de la concentración en el Pinatar Arena. El duelo correspondiente a la segunda ronda de la Copa del Rey contra el Atlético Paso quizás es muy pronto para verlo competir de nuevo, aunque frente al FC Barcelona, en el último día del año, podría ser una de las grandes novedades.