El encuentro de ayer entre el Espanyol y Alavés, correspondiente a la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, estuvo marcado por la baja asistencia de público en las gradas. Y es que se registró la peor entrada de la historia del Power8 Stadium en un encuentro oficial. Tan solo 5.118 fueron los valientes que salieron de casa para animar a su equipo. Una cifra por debajo de la que era la peor entrada hasta el momento, la de el duelo, también de Copa, ante el Jaén del curso pasado. En aquella ocasión se personaron en el estadio 5.174 aficionados.
Así pues, una vez más quedó en evidencia que la crisis de afluencia que se vive en el estadio perico cada vez va a más, ya que no es solo en Copa, en Liga ya es sabido que la grada hace mucho que no presenta su mejor aspecto. Una verdadera lástima.