La temporada 2005-06 dio para mucho. El Espanyol volvía a disputar la Copa de la UEFA después de haber completado un excelente campeonato de liga, en el que acabó quinto a un punto del cuarto clasificado, el Betis, y que pudo tener el premio de la previa de la Champions League si Iturralde González no le hubiera anulado un gol a Toni Velamazán en la penúltima jornada ante Osasuna que hubiera permitido lograr un hito histórico en el club.
Las grandes sensaciones de ese curso no tuvieron continuidad en el arranque de la competición europea. En Teplice, el conjunto de Miguel Ángel Lotina logró un buen resultado, pese a su discreto debut. Sufrió mucho ante un rival muy modesto. Solo al final del encuentro, y gracias a una acción de De la Peña que permitió a Luis García empatar, pudieron superar la portería checa. Lo más positivo del encuentro fue el regreso de Iván, el debut oficial de Gorka Iraizoz y el más de un centenar de pericos que se desplazaron para animar al equipo.
Pese a tener la eliminatoria encarrilada, en la vuelta en Montjuïc el correoso rival no lo puso fácil, ni tampoco el colegiado que se tragó dos claros penaltis en el área visitante. Tuvieron que luchar y sufrieron mucho más de lo esperado para superar esta fase previa y acceder a la fase de grupos. Solo en la recta final llegó la alegría, ya que antes los checos dieron varios sustos y Gorka estuvo providencial. Fredson llevó la tranquilidad con su gol, tras una asistencia de De la Peña, mientras que Jofre, en su segundo partido con el Espanyol, sentenciaba el pase en el último suspiro. El primer objetivo de la temporada, clasificarse para la fase de grupos, se había cumplido.
Gran debut en liguilla
A finales de octubre el conjunto de Lotina jugaba en Rusia el primero de los cuatro partidos que tenía que disputar en esa fase para intentar seguir adelante en la competición. Y con un gran gol de Tamudo en el inicio de la segunda parte, se imponían al Lokomotiv en Moscú, y se ponía en una posición óptima para clasificarse. Asegurando los dos partidos que tenían que disputar en Montjuïc estarían en la siguiente ronda. La victoria fue de prestigio al ser ante uno de los favoritos y rearmó moralmente a un equipo que no estaba en un buen momento en el campeonato liguero. Lotina recobró su crédito y el equipo su solvencia en defensa.
Pero pese al gran inicio de la liguilla, la clasificación no iba a ser fácil. En la segunda jornada, en el tiempo de descuento el Espanyol salvó un punto muy valioso ante un Palermo conservador e incómodo. Tras un decepcionante primer tiempo sacó su orgullo y logró empatar. Los blanquiazules encajaron un gol psicológico en el minuto previo al descanso, pero se rehicieron y empataron cuando parecía imposible. Moisés Hurtado, con un buen cabezazo, superó a Guardalben. Un gol que mantenía a los blanquiazules muy vivos en Europa y hacía justicia. Lotina en el descanso modificó el equipo y apostó por potenciar el juego por las bandas y surgió efecto.
En el siguiente partido, el Espanyol no solo se topó con el Brondby, sino también con el colegiado. Un arbitraje muy casero evitó el pase matemático de los pericos y desquició a Fredson y Lotina, aunque el empate les permitía certificar la clasificación en casa ante el Maccabi Petah. Durante muchos minutos tuvo el pase en el bolsillo gracias a un gol de Tamudo al filo del descanso, pero en el segundo tiempo el mal arbitraje perjudicó a los blanquiazules. El trencilla le anuló un gol legal a Tamudo, no pitó una clara falta sobre Kameni en una acción que pudo acabar en gol, expulsó a Fredson, quien empujó a un rival que hizo mucho teatro después de recibir una dura entrada, y también mostró la roja a Lotina.
Ante el Macabbi había que certificar el acceso a la siguiente ronda y se logró en un flojo partido, con mucho frío y un gol agónico de Pochettino. Pese a acabar la liguilla invicto y con victoria fue segundo de su grupo. En la recta final del partido, el central argentino aprovechó una confusión de la zaga, que no logró sacar el esférico, para introducirlo en la meta rival. Lotina hizo rotaciones, dando descanso a varios titulares y algunos de los que tuvieron su oportunidad no la aprovecharon. Era el partido 50 del Espanyol en Europa y fue una victoria celebrada con silbidos, ya que los 5.150 espectadores acabaron descontentos.
Mucho Schalke 04
En la siguiente ronda, el Schalke 04 se cruzaba en el camino. Toda una amenaza para los pericos. Y en el partido de ida en Alemania, el Espanyol dejó abierta su difícil eliminatoria (2-1) ante uno de los equipos más potentes de la Bundesliga. El primer tiempo tuvo una victoria táctica de Lotina y Luis García aprovechó un pase en profundidad de Ito para inaugurar el marcador. Un gol que cayó como un jarro de agua fría para los locales, que tardaron en reaccionar. Poco a poco, el Schalke empezó a llevar el peso del partido y dispuso de múltiples ocasiones (entre las que destacan tres remates que dieron en el palo) pero solo pudo marcar a balón parado y logró el gol de la victoria en la recta final, aunque Pandiani pudo empatar el encuentro con un disparo sobre la bocina. Una lástima.
Con una derrota mínima había opciones de lograr la clasificación en Montjuïc, pero en casa el Schalke fue muy superior y ganó sin problemas a un Espanyol que solo aguantó media hora. Con el gol de Kuranyi se acabó todo, ya que vieron imposible darle la vuelta a la eliminatoria. Al término del partido, ‘Tintín’ Márquez, que ocupó el banquillo en lugar del sancionado Lotina, manifestó que “a todo el mundo le fastidia perder. Pero ahora llega el Sevilla y no podemos distraernos. Ha llegado el momento de ponernos un objetivo en la liga y pensar en las finales que nos quedan. El equipo ha hecho una competición europea muy digna, pero ahora tiene que cambiar el chip y ponerse las pilas en la liga”.
Dos meses después de aquella eliminación, el 12 de abril, el Espanyol ganaba la Copa del Rey en Madrid, y el 13 de mayo logró una sufrida salvación, gracias al gol de Coro en el tiempo de descuento.