El Sporting acudía al RCDE Stadium en el puente de la Constitución del 6 de diciembre, en la jornada 17, con la intención de acercarse a los puestos de ascenso directo y complicarle la vida al cuadro perico. David Gallego planteó un partido para nadar y guardar la ropa y pese a que el Espanyol llevó el peso del encuentro, el desenlace no llegó hasta los últimos minutos con el gol de Wu Lei (88’) y el de Sergi Darder (97’).
El choque no estuvo exento de polémica. Los asturianos pidieron penalti en una acción de su central Babin con Lluís López en el área blanquiazul, tras un saque de esquina con el 1-0 en el marcador. Ni el VAR ni el colegiado Sagués Oscoz consideraron que fuese suficiente como para señalar la pena máxima. Y acto seguido en otro córner, en esta ocasión sacado en corto y con el portero Mariño que había subido a rematar, pidieron manos de David López fuera del área. La jugada concluyó con la cabalgada de Sergi Darder hacia una puerta vacía para marcar el segundo tanto del Espanyol.
En su celebración, Sergi Darder se dirigió corriendo hacia el banquillo del Sporting mandando callar. Una reinvidicación que iba dirigida a David Gallego, según apuntaron diversos medios. El técnico experico cuando se le cuestionó, torció el gesto y dijo: “Pues no lo sé. No soy la persona más adecuada para responder a esto, se le tendría que preguntar a él”. Vicente Moreno, por su parte, zanjó la polémica con un contundente “nos hemos impuesto a nivel futbolístico”. Aunque más leña al fuego echó el lateral derecho Guille Rosas, al señalar que Babin se fue “del campo sangrando” y que su centro habría salido bien si el árbitro hubiera pitado la mano, “pero no lo hizo y fue el segundo gol”. En Gijón ahora evitan hablar de revancha, pero la tensión se palpa en el ambiente. Marc Valiente recordó que fue “un partido muy disputado” y que hubo una jugada con Babin que “no se revisó”.