No hay que quitarle nada de mérito a los actores principales de un Espanyol que ya desde su ‘premier’ logró convencer al público. Le arrancó los aplausos y le dejó un buen sabor de boca que ha sabido hacer perdurar en estas primeras ocho jornadas de liga. Hacía demasiado tiempo que en casa no desplegábamos la alfombra roja, que no veíamos a un equipo con un juego al nivel de los grandes equipos europeos. Pero tampoco hay que pasar por alto que si a día de hoy estamos disfrutando y estamos asistiendo al mejor Espanyol de los últimos tiempos es gracias a Rubi. A él y a su staff técnico que, a base de trabajo minucioso, controlar hasta el último detalle -cambiar algunos horarios de los entrenamientos previos dependiendo de la hora del partido- y tener mano con el vestuario, especialmente tacto y capacidad para ser también psicólogos, han sabido despertar a la bestia que este equipo tiene dentro. Despertarle del letargo en el que ya llevan tantas temporadas y que con Quique todavía se acentuó más, para montar una auténtica revolución.
Los resultados están llegando, la clasificación ahí está, con el Espanyol quinto a solo dos puntos del líder, y con este buen hacer está logrando estar en boca de todos. Por ahora no ha logrado agotar las entradas en taquilla, pero tiempo al tiempo. Cada vez hay más gente que se está enganchando y la impecable trayectoria de este equipo cuando juega de local no pasa inadvertida Y es que el Espanyol es el único equipo de LaLiga que lo ha ganado todo en casa y con un solo gol encajado, algo que no se lograba desde 1930 con Patricio Caicedo en el banquillo y míticos en el campo como Saprissa. Una locura que le está dando alas a un conjunto que vuela alto y que espera poder hacerlo todavía mucho más.
Llegados a este parón, podemos empezar ya a hacer un poco de balance de lo que ha dado de sí este arranque liguero. Y la verdad es que pocos peros, por no decir casi ninguno, se le pueden poner a este equipo. Tan solo que se le hayan escapado algunos puntos fuera pese a haber merecido sumarlos, como fue en el caso del Bernabéu, por ejemplo.
Son muchos los registros en los que este Espanyol, que está demostrando una condición física impecable, se está situando en el podium del campeonato. Y todo gracias a la pizarra y el estilo que ha instaurado Rubi. A una gestión con la que ha logrado recuperar la mejor versión de jugadores que con Quique apenas contaban. Y uno de esos casos puede ser Marc Roca, que en la sala de máquinas ha logrado situarse como cuarto jugador del campeonato que más balones recupera (62) y aupar así al Espanyol hasta el tercer puesto en este aspecto con un total de 496 tras Eibar (518) y Valladolid (504). Mario Hermoso es otro de esos casos de jugadores que con el de Vilassar han recuperado la confianza y están desatados. Muestra de ello es su aportación en ataque, al firmar ya dos dianas.
Con el nuevo técnico, el Espanyol también está demostrando estar muy enchufado de inicio a fin y que es capaz de ir a más en los partidos. Muestra de ello es que se han marcado más goles en las segundas partes que en las primeras. Concretamente del minuto 61 al 75 es cuando más se ha visto puerta con tres ocasiones. En total en los primeros 45 minutos han marcado cuatro goles, uno en el descuento antes de ir al descanso, siendo el único equipo junto al Eibar en lograrlo, cinco tantos en los siguientes 45 minutos y uno en el descuento final. En cambio, en cuanto a goles en contra, se han encajado tres en el primer tiempo por cuatro en el segundo.
Un gran equilibrio
La sensación de superioridad que da este equipo es más que considerable y, pese a su vocación tremendamente ofensiva, están demostrando que lanzarse al ataque no significa descuidar la defensa y encajar con facilidad. Han encontrado el equilibrio y demuestran una gran soltura en la creación, mimando el balón, saliendo con contras matadoras así como replegándose con rapidez y presionando con criterio tras pérdida de balón. Un trabajo fino y muy sacrificado que este plantel está desarrollando con nota, pues son el sexto equipo que menos amonestaciones ha visto. Algo que demuestra que saben anticiparse y tomar buenas decisiones, y eso evita llegar tarde o tener que cometer más faltas para evitar males mayores.
Todavía queda mucho por delante y tramos del calendario en los que habrá que dar el do de pecho si se quiere mantener este nivel, pero está claro que Rubi ha dado con la tecla y que la ambición de los jugadores no tiene fin. Que sabe acertar con los planteamientos, dar la titularidad a teóricos suplentes como Hernán, por ejemplo, y que estos brillen, y mantener enchufado al resto del equipo. De lograr que incluso la estrategia funcione. Que volemos.
Un auténtico rodillo arriba
Pese a que el balón no está entrando todo lo que nos gustaría, este Espanyol está demostrando ser un rodillo en cuanto a producción de juego ofensivo se refiere. Y es que tan solo hay que echar un vistazo a las estadísticas que está firmando el equipo en este aspecto para percatarse. El cuadro blanquiazul es el tercer equipo que más córners ha lanzado en lo que va de curso con un total de 50, y de uno de ellos llegó el primer gol perico en liga ante el Celta, obra de Mario Hermoso. Pero el dato sobre los disparos a puerta todavía es más esclarecedor: con un total de 96 remates, el Espanyol es el tercer equipo que más busca el gol tras Barcelona (115) y Real Madrid (102). Una cifra que mejora si tenemos en cuenta los que van a puerta, que son 55, cifra solo mejorada por el eterno rival. Y en este sentido Borja Iglesias es el líder del equipo. Solo lleva dos goles sí, pero no será por no haberlo intentado, pues es el tercer jugador de la competición que más chuta (18), el segundo en hacerlo entre los tres palos (12) y el máximo asistente del equipo tras haber dado ya dos goles.