A unas dos semanas aproximadamente para que se presente la campaña de renovación de abonos de cara a la temporada 2018-19, en el Espanyol son conscientes que habrá un retroceso considerable en el número de abonados. Tras parar la caída de socios y haber crecido en los dos últimos años, se espera un nuevo retroceso. Y este ya será el segundo en Cornellà. En la campaña 2010-11 se empezó una pérdida importante durante cinco años que solo se detuvo con la llegada de Chen Yansheng a la presidencia.
La mala temporada que ha realizado el equipo, cuando se esperaba que diera un paso más en el proyecto deportivo, no ayudará a que algunos apuesten por renovar. Además, el cambio en la política de renovaciones, con el aumento de los precios, será otro factor importante que influirá a la hora de volver a pagar el abono. Y todo esto unido a los pésimos horarios y los partidos entre semana, en los que el Espanyol fue uno de los conjunto más perjudicados, hace que las sensaciones no sean nada optimistas. Se podría volver a una cifra de socios que hace años que no se veía. Pero el fútbol son sensaciones. Es muy cambiante y, pese a la indignación de algunos aficionados, la confección de una plantilla atractiva podría ayudar a que la pérdida sea lo menos dura posible.
29.000 no reales
Roger Guasch, en declaraciones a Pericos Online, explicó que en estos momentos el club tiene 29.000 socios, de los cuales 1.550 son Fans, otro tanto Nins y 2.000 se apuntaron en enero a la oferta de la segunda vuelta con un precio irrisorio. Concretamente, el club anunció tras el cierre de la campaña de renovación del pasado verano que había: 1.678 fans y 1.287 Nins. Ante estos números, el director general corporativo de la entidad manifestó que “con estas cifras, ya estoy restando unos 5.000. Tenemos prevista una bajada de unos 1.000 abonados, con lo que quedarán entre 20.000 y 21.000 socios reales, con asiento”. El equipo debe motivar a la afición y no al revés.
Se superaron los 35.000
La llegada del Espanyol a Cornellà, temporada 2008-09, ilusionó al espanyolismo y rápidamente el número de abonados empezó a crecer. En el año del desembarco se cerró la campaña con 28.570 socios, y en las dos siguientes campañas se dio un salto histórico al superar en ambas los 35.000 abonados. En esos momentos, en los que incluso en una Junta de Accionistas se comentó la idea de ampliar el aforo del estadio ante ese impresionante crecimiento, nadie podía imaginar que solo cuatro años después el club perdería cerca de 10.000 socios. Una cifras que preocupan.