La nueva normalidad que ha traído la pandemia al fútbol hace que donde antaño había bolos veraniegos ante equipos de inferior categoría y algunos casi desconocidos, hoy veamos duelos mucho más igualados a las primeras de cambio. Y donde se veían camisetas de aficionados que aprovechaban sus vacaciones para seguir al equipo, ahora se escuchen los gritos de los jugadores ante el silencio que se vive en los partidos. Lo que no ha cambiado es la falta de gol que tiene este Espanyol. Queda claro que se necesita un goleador.
Con su derrota ante el Cádiz, los de Vicente Moreno ya se ha medido a dos conjuntos de Primera división. El conjunto gaditano, al igual que el Huesca, han logrado el ascenso, mientras que los pericos jugaran en Segunda. Una situación deportiva totalmente atípica como esta pretemporada marcada por la crisis sanitaria del coronavirus. A estas alturas del año, este fin de semana ya se habría disputado como mínimo dos jornadas ligueras, pero este año todo es distinto. A 30 de agosto, el Espanyol disputó solo su segundo encuentro amistoso del verano con el objetivo de seguir buscando el mejor tono físico de cara al debut liguero que, si no pasa nada, está previsto para el fin de semana del 12 de setiembre. Es decir, solo quedan dos semanas para que se vuelva a competir y aún hay muchos frentes abiertos en la planificación de la plantilla.
Sorpresas positivas
En época de pruebas, Vicente Moreno introdujo bastantes novedades respecto al once que jugó ante el Huesca hace una semana. Víctor Gómez, Calero, Melendo y Wu Lei fueron los únicos que repetían de inicio. Con un 4-2-3-1, las principales novedades fueron Fran Mérida, Pipa, Becerra, que participó mucho recibiendo de espaldas, y Jofre, precisamente cuatro de los que más brillaron en los primeros 45 minutos. Los dos jóvenes, que jugarán en el filial, sorprendieron por su descaro en ataque. Algunos futbolistas se juegan gran parte de las opciones de estar en la plantilla durante estos encuentros y varios de ellos lo entendieron a la perfección. Salieron a comerse el mundo. Pronto Jofre empezó a mostrar su habilidad por la banda derecha. Solo se cumplía el minuto 7 cuando se fue de su marcador, ganó la línea de fondo y centró al área pequeña para Wu Lei, aunque el delantero no acertó a rematar. Y si Jofre avisó pronto de sus intenciones, otros dos jóvenes no tardaron en hacerlo. Pipa se internó por la izquierda, asistió a Becerra y Cifuentes con una buena mano evitó el tanto del delantero colombiano que ha fichado esta semana para jugar en el filial.
Dominio y llegadas
El control del partido era espanyolista. Sin pasar apuros atrás, ya que el Cádiz no apretaba, se hicieron fuertes en el centro del campo y llegaban con claridad por las bandas. Marcando el ritmo del juego, Fran Mérida fue ganando protagonismo y pudo estrenarse como goleador con un remate desde la frontal del área que salió fuera por muy poco. Las ocasiones cada vez se repetían con más continuidad y Becerra dejaba buenas sensaciones en ataque.
Los blanquiazules se iban al descanso dejando unas sensaciones bastantes buenas ante un rival de categoría superior. Habían creado hasta ocho situaciones para marcar en el primer tiempo y no habían concedido nada atrás. Se habían mostrado como un conjunto con personalidad, en el que Fran Mérida pidió galones en el centro del campo.
Una imagen muy distinta
El Cádiz salió apretando más tras el descanso. Era otro equipo, mientras que a los de Vicente Moreno pronto pudieron comprobar que les costaría repetir el juego realizado en el primer tiempo. Y esas sensaciones no tardaron en plasmarse en el marcador. En su primera llegada con cierto peligro, el conjunto gaditano se adelantó en el marcador. Akapo cabeceó al palo un saque de esquina, tras ganar en el salto a toda la defensa, y Mauro Marcos estuvo muy atento para cazar el rechace y fusilar a Diego López. Todo el buen trabajo del primer tiempo se iba a traste en una acción en la que faltó contundencia atrás.
Con el paso de los minutos, el Espanyol intentó recuperar el tono del partido, pero carecía de la fluidez del primer tiempo. Estaba costando más, pese a que Miguelón y Matías Vargas lo intentaban de todas las maneras posibles por la banda derecha. Y aunque las sensaciones no llegaron a las del primer tiempo, no fueron malas. Solo la falta de pegada, como quedó demostrada con el remate de Gori en el descuento, impidió que el Espanyol hubiera empatado o incluso ganado el partido. El principal problema de la temporada pasada sigue sin acabar de solucionarse.
Ficha técnica
Cádiz: Cifuentes (46’), Akapo, Sergio G, Marcos (87′), Panadero (46’), Mayoral(46’), José Mari (57’), Augusto (46’), Bodiger (74’), Malbasic (46’) y Negredo (46’)
Cambios. Sostres (46’), Espino (46’), Javi Navarro (46’), Alejo (46’), Pombo (46’), Salvi (46’), Jonson (57’), Fali (74’) yLozano (87’)
Espanyol: Oier (46’), Víctor Gómez (57’), Lluís López, Calero (87’), Pipa (46’), David López (43’), Fran Mérida (70’), Jofre (57’), Melendo (87’), Wu Lei (46’) y Becerra (46′).
Cambios. Pol Lozano (43’), Diego López (46’), Dídac (46’), Vargas (46’), Campuzano (46’), Javi Puado (57’), Miguelón (57’), Álex López (70’), Gori (87’) y Ricard Pujol (87’)
Goles: 1-0, Marcos Mauro (54’)