Los riesgos del fútbol ofensivo y de salir desde atrás con el balón jugado que propone el Espanyol de Rubi son estos: que te venga un Barça y te pinte la cara. Si a ello le sumamos que el conjunto perico no está en su mejor momento, que el primer gol de Messi de falta dejó tocados a los blanquiazules y las facilidades que dio el equipo en defensa, con graves errores a la hora de sacar el balón –Víctor Sánchez lo reconoció tras el encuentro-, el resultado es el que es. El equipo mejoró tras el paso por vestuarios, pero tres goles por debajo eran muchos para un Espanyol que concedió demasiado en la primera mitad y llegó al descanso con poco que hacer.
Hacía mucho que el cuadro perico no se iba al intermedio en un derbi con tanta diferencia en contra en el marcador. Fue en la campaña 2012-13, cuando el Barça se llevó el duelo en el Camp Nou por 4-0, cuatro dianas que llegaron en los primeros 45 minutos. Nunca había pasado en feudo perico, aunque sí que se habían encajado tres dianas, en el 1-3 del curso 2003-04, resultado con el que se llegó al descanso y al final del duelo.
Tampoco hay que ir tan atrás para encontrar la última vez que el Espanyol recibió tres goles en los primeros 45 minutos en el RCDE Stadium: fue en la temporada 2016-17, cuando el Eibar se puso 0-3 y el cuadro perico acabó empatando en la segunda mitad. La peor derrota en casa antes de la de ayer fue el varapalo recibido en la temporada 2015-16: 0-5 contra la Real Sociedad. El primer derbi de la campaña 2018-19 no será especialmente recordado y, por el resultado final, entra en la galería de los horrores del RCDE Stadium que encabezan el comentado duelo frente al cuadro donostiarra, el derbi de la campaña 2010-11 (1-5) o el 0-4 recibido a manos del Racing de Santander en la 2009-10.
Por la manera de jugar del Espanyol -no por su estado de forma-, parecía que el derbi era o podía ser uno de los más igualados de la historia, pero nada más lejos de la realidad: el equipo vuelve a recibir una goleada para olvidar, como ya sucedió el pasado curso en el Camp Nou (5-0). Lo verdaderamente doloroso, que ocurra en feudo perico, algo que tan solo había sucedido en una ocasión en los últimos 20 años, cuando el Barça se llevó el triunfo del RCDE Stadium por el citado 1-5 en la campaña 2010-11. Hasta entonces, y desde el último ascenso perico, los azulgrana solo habían logrado anotar más de dos dianas en dos ocasiones a domicilio.
Una sangría que cortar
Mucho trabajo hace falta para revertir una situación preocupante. El Espanyol suma tres jornadas seguidas encajando un mínimo de tres goles: Girona (1-3), Getafe (3-0) y Barça (0-4). Si le sumamos las dos dianas encajadas en Sevilla, son cuatro partidos ligueros con tantos en contra: 13 en total. De este modo, el Espanyol ya suma 20 goles recibidos y solo es superado en esta faceta por cinco equipos.
Equipo y afición sabían que antes de final de año venía un duro calendario que comenzaba en el Sánchez Pizjuán, pero nadie se esperaba estos resultados. Caer ante Sevilla y Barça entraba dentro de los planes, pero no frente a Girona y Getafe. De todos modos, tanto frente a hispalenses como contra los de Eusebio Sacristán el equipo dio la cara; en los partidos ante azulones y blaugranas, el equipo no estuvo a su nivel y no salieron las cosas. El Betis calibrará las emociones de este Espanyol que tiene que reencontrarse cuanto antes con su mejor versión si no quiere que se enciendan las primeras alarmas.