Los máximos responsables del Espanyol tienen claro que la situación vivida el pasado verano a la hora de confeccionar la plantilla no se puede repetir. El proyecto deportivo se ha atascado al no poder reforzarse con los jugadores deseados debido al límite salarial. Y el origen de este problema está en el primer año del mandato Chen Yansheng. Los encargados de planificar la primera campaña de Quique Sánchez Flores en el banquillo, Ángel Gómez y Ramon Robert, estiraron más el brazo que la manga a la hora de reforzar al equipo y el verano pasado se pagaron las consecuencias.
Tras una época marcada por los ajustes económicos, en los que había jugadores en la plantilla con fichas de 300.000 o 400.000 euros que ofrecieron un buen rendimiento, se apostó por futbolistas contrastados en la máxima categoría. Y esta experiencia y salto de calidad se pagó. Según ha podido saber Diario La Grada, sobre unos nueve jugadores, entre los que se encontraba Javi Fuego, cobran más de dos millones de euros, y entre estos hay dos que superan los tres. Unos salarios que agotaron el presupuesto para afrontar los fichajes deseados el verano pasado, ya que no se produjo la importante venta. Además, los salarios de algunos de estos jugadores están bastante por encima del rendimiento ofrecido.
Reorganizar la masa salarial
Con el regreso de Òscar Perarnau al club se pretender reorganizar la masa salarial del equipo. Se quiere apostar por la moderación en las fichas y cambiar la política de incorporaciones. No desean volver a vivir al límite y no tener margen económico para poder afrontar la contratación de refuerzos. Desean volver a equilibrar el presupuesto, aunque la reducción salarial no irá acompañada de una reducción de objetivos. Tocará acertar en los refuerzos, algo en lo que se ha fallado.
Primeras decisiones
El traspaso de Javi Fuego al Villarreal ha sido un primer paso para ir regularizando esta situación. El asturiano era uno de los jugadores cuya ficha sobrepasaba los dos millones de euros. Con su marcha, el club se ahorrará cerca de 4,2 millones de euros entre este curso y el próximo. Una decisión que ha sido estudiada por la comisión ejecutiva y que, como toda operación económica, finalmente tuvo el ok del presidente.
En el club tienen claro que una gran venta les permita reforzar con garantías una plantilla que verá reducida su número de fichas respecto a este curso. Con esta decisión se pretende volver a confiar en los jugadores que destaquen del filial, ya que, para momentos puntuales, estarán con más confianza y ritmo de competición que los que no estén jugando del primer equipo.
Pendientes de Quique
Otro de los asuntos pendientes es el futuro del técnico, al que le queda un año de contrato. Todo puede pasar, aunque su alta ficha complica que pueda ser destituido.