Diego López es uno de los jugadores que renovó antes de finalizar la temporada. El guardameta, que durante este curso cumplirá 39 años, solo se perdió dos partidos de la pasada liga. Uno por sanción tras expulsión y el otro ya con el equipo descendido, cuando Rufete quiso darle minutos a Oier Olazábal. Este último fue fichado en el mercado de invierno. Su llegada daba a entender que sería el relevo de Diego López, ya fuera en Primera o en Segunda. La renovación del portero hace que ahora el panorama varíe.
Los dos guardametas tienen experiencia y nivel suficiente como para ser titulares y dominantes en la categoría de plata. Diego López todavía tiene recorrido y ya ha demostrado que quiere sumar y devolver al equipo donde se merece. Así que Vicente Moreno cuenta con ellos dos más Andrés Prieto. A Prieto se le fichó en verano para cubrir la baja de Roberto Jiménez pero no ha llegado a debutar en liga, aunque sí lo ha hecho en Copa del Rey y Europa League.
La duda del tercer portero
El futuro de la portería igualmente es variable. Dependerá de lo que ocurra con Diego López y de si a Prieto, que firmó por dos años más otro opcional, se le rescinde contrato o no. Por detrás espera Adri López. El guardameta del Espanyol B está haciendo la pretemporada con el primer equipo. Es su cuarto verano con los ‘mayores’ en sus once años en la entidad. El club, sin embargo, se plantea la posibilidad de buscarle una cesión.
En el filial, mientras tanto, aguardan Joan García y Ángel Fortuño. El primero de ellos es la gran apuesta de futuro de la cantera perica. Y cuenta con el beneplácito de Tommy N’Kono pues ve en su poderío aéreo mucho futuro.
Ahora falta por ver cuáles son las preferencias de Vicente Moreno y cuáles son las necesidades económicas del club en la configuración de la olantilla. Pero si bajo palos no hay movimientos inesperados, el capitán y Oier lucharán por salvaguardar la portería en una temporada en la que la seguridad defensiva debe ser clave para luchar por el ascenso.