El Espanyol sufrió una de sus derrotas más humillantes cuando parecía que, tras los dos últimos partidos, se empezaba a recuperar algo de ilusión. Los grotescos errores defensivos y la actitud deplorable condenaron a un equipo que no estuvo a la altura de lo que merece su afición. Los 2.500 pericos que se desplazaron a Villarreal fueron los únicos que comparecieron en La Cerámica en un partido en el que el Espanyol fue bailado en todo momento. Fue superado de principio a fin y le faltaron al respeto a su hinchada.
Pese a que la caravana perica empezó a calentar motores muy pronto, fueron los de Emery los que salieron con una marcha más. Empezaron pisando gas a fondo y desde el pitido inicial atropellaron a un conjunto espanyolista que ofreció la peor imagen del curso. Y la afición estalló y desde las gradas pidió la dimisión de Vicente Moreno, Rufete y directiva, y los jugadores no se escaparon a la indignación de la grada.
Superados de inicio
El Espanyol no salió enchufado al partido como sí estaban unos aficionados que se dejaron oír desde el inicio. Los cánticos no parecieron despertar a un equipo que empezó dormido ante un Villarreal que salió presionando muy arriba. Y fruto de esa intensidad, en el 2’ ya pudieron adelantarse en el marcador al provocar una indecisión defensiva entre Keidi Bare y Sergi Gómez. Por suerte, Pedrosa apareció para despejar el balón. El primer susto no tardó. Pero no hizo reaccionar a los de Vicente Moreno que siguieron ausentes. Perdían el esférico muy rápido ante un rival que había tomado desde el inicio las riendas del partido y con un juego muy incisivo no dejaba salir de su campo a los pericos. Todos los balones divididos se los llevaba el conjunto de Emery que estaba mucho mejor situado.
Los blanquiazules estaban sufriendo mucho. Encerrados atrás solo les quedaba sorprender en una contra y la tuvo, pero Puado no acertó en su remate desperdiciando una clara ocasión. Perdonó el Espanyol, algo que no hizo el Villarreal tras un regalo de Cabrera. Estupiñán centró al corazón del área. Diego no salió y Cabrera, incomprensiblemente, no saltó ante un Yéremi Pino bastante más bajo, pero mucho más listo. Un imperdonable error empezaba a complicar el partido. Un nuevo centro lateral penalizaba con una crueldad que fue a más poco después. Tras un saque de esquina, la defensa volvió a estar blanda. No despejaron un balón muerto dentro del área, Capoué la controló de espalda a portería y se la dejó a Pino que solo tuvo que cruzarla al palo contrario. Los blanquiazules estaban fuera del partido. Estaban siendo totalmente superados ante un rival que podía hacer daño. Danjuma lo probó en varias ocasiones, pero fue Pino quien en el último minuto cazó un balón para empujarlo al fondo de las redes. El Espanyol se iba al descanso sin haber comparecido en el primer tiempo.
Con todo perdido, a los blanquiazules solo les quedaba lavar la imagen en el segundo tiempo. Pero ni eso pudieron hacer. El Villarreal pareció salir dispuesto a hacer daño y pronto Yéremi Pino agrandó la herida al anotar el cuarto. La humillación estaba siendo de las que hacen daño. El equipo se estaba desangrando. No tenía ninguna capacidad de reacción y nadie supo competir hasta el final. Keidi anotó el gol del honor, pero el Villarreal volvió a golpear con crueldad. Anotó el quinto y aún pudo lograr alguno más. Toca reflexionar seriamente.
Ficha técnica
Villarreal CF: Rulli; Aurier, Albiol, Pau Torres (Mandi, 46′), Estupiñán; Dani Parejo, Capoue (Iborra, 63′), Yéremi Pino (Chukweze, 75′), Manu Trigueros; Lo Celso (Moi Gómez, 63′) y Danjuma (Dia, 76′).
RCD Espanyol: Diego López; Óscar Gil, Sergi Gómez, Cabrera, Adrià Pedrosa (Dídac Vilà, 74′); Keidi Bare, Yangel Herrera (Embarba, 63′), Darder, Puado (Nico Melamed, 63′), Tonny Vilhena (Dimata, 46′); Raúl de Tomás (Wu Lei, 82′).
Goles: 1-0, Yéremi Pino (14′); 2-0, Yéremi Pino (21′); 3-0, Yéremi Pino (45′); 4-0, Yéremi Pino (53′); 4-1, Keidi Bare (65′); 5-1, Boulaye Dia (86′).
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (comité vasco). TA: Aurier (31′), Albiol (93′) | Adrià Pedrosa (40′).
Estadio: La Cerámica.