El Espanyol sacó oro de Balaídos. Ganar fuera de casa, en una plaza como Vigo, no es cualquier cosa. El equipo de Manolo González firmó una victoria de esas que valen más que tres puntos, por cómo se logró y por lo que significa en este tramo clave de la temporada. Pero, como suele pasar en clave perica, la alegría nunca es completa.
Porque sí, se ganó. Pero se pierde a Javi Puado para el próximo partido ante el Getafe. El delantero vio su quinta amarilla de la temporada y tendrá que cumplir ciclo. Y claro, hablamos del máximo goleador del equipo, uno de los futbolistas más en forma y con más peso ofensivo de toda la plantilla. Una ausencia que, sin duda, se va a notar.
Y es que lo de Puado esta temporada no es casualidad. Está siendo el faro del equipo en ataque, el tipo que aparece cuando las cosas se complican, el que siempre suma, incluso cuando no marca. Según datos recientes de LaLiga Beyond Stats, de antes de este encuentro, participaba en el 40% de los goles del Espanyol, una cifra que habla por sí sola. Y no solo eso: su entendimiento con Roberto Fernández y compañía ha convertido al Espanyol en el equipo más eficaz de LaLiga en finalización. Es decir, cuando se llega, se clava. Y ahí, Javi tiene mucha culpa.
La baja llega en un momento incómodo. Justo cuando el equipo parece haber encontrado cierta estabilidad, cuando cada partido empieza a parecer una final, y cuando tener a todos disponibles es más necesario que nunca. Pero no queda otra. Puado no podrá estar, y habrá que buscar alternativas.
Mientras tanto, el debate de fondo sigue ahí. Su contrato acaba en junio, y con cada jornada buena que firma, crecen las dudas sobre su futuro. Hay interés de equipos importantes, y si no renueva antes de que acabe el año, podrá negociar libremente con quien quiera a partir de enero. Un escenario que preocupa —y mucho— a la afición perica.
Por ahora, toca pensar en lo inmediato: cómo suplir a Puado ante el Getafe. Porque aunque el equipo ha demostrado que sabe reinventarse, lo de Javi es mucho más que una baja más. Es un golpe. Y en este tramo de la temporada, cada detalle cuenta.
